Cine

Lo subjetivo y lo objetivo

No poner el foco informativo en que 'Titane' la ha dirigido una mujer sería sencillamente ridículo

Julia Ducournau recibe una valiente Palma de Oro en Cannes por "Titane”

Julia Ducournau recibe una valiente Palma de Oro en Cannes por "Titane”. En la imagen, Ducournau recibe el galardón de manos de Sharon Stone. /

Desirée de Fez

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Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro por 'Titane', hacía estas declaraciones en 'IndieWire': No quiero que mi género me defina en absoluto. Cuando la gente dice que soy una directora siempre es un poco molesto porque soy una persona. Soy cineasta. Hago películas porque soy yo, no porque sea una mujer. Yo soy yo. No con poca malicia, alguien me comentó que esa cita hacía volar por los aires mi empeño –y el de tantas otras personas– en poner el foco sobre el papel de las mujeres en el cine fantástico y de terror. Esa persona estaba convencida de que las palabras de Ducournau (que forman parte de una declaración más extensa y compleja) me habían indignado. Y mira, no. Creer eso es confundir tres cosas distintas aunque compatibles.

Por un lado, tanto Ducournau como cualquier otro artista están en su perfecto derecho de defender la unicidad de su voz y de su obra y de detestar cualquier intento externo de meterlos en un saco. En ese sentido, celebro esas declaraciones. Pero eso no está reñido con el trabajo, fundamental, que los últimos años está haciendo tanta gente por visibilizar la importancia de las mujeres en el fantástico y el terror. La forma de comunicar eso desde el periodismo, la crítica o los festivales no siempre será del agrado del espectador ni, por supuesto, de esas directoras. De ahí el rechazo hacia las lecturas de esas películas desde una perspectiva de género, hacia la búsqueda de nexos de unión entre directoras o hacia conceptos como “la mirada femenina”. Pero, igual que el artista puede defender su trabajo por encima de etiquetas, el que analiza esas películas puede abordarlas desde el lugar que sienta adecuado o útil. Las dos cosas son compatibles, como lo son ambas con una tercera más concreta: el reflejo de la realidad objetiva. Y esa realidad es que Ducournau es la segunda mujer que gana la Palma de Oro en más de seis décadas, que lo hace con una (segunda) película de género fantástico (terreno, como el terror y tantos otros, donde la paridad está muy lejos) y que lo hace con una película que parece dinamitarlo todo. Esto es una noticia objetiva y valiosa (ojalá yo hubiera tenido hace veinte años un referente como Ducournau), y no poner el foco informativo en que 'Titane' la ha dirigido una mujer sería sencillamente ridículo.

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