Cultura

No hagan planes

Estoy confinada, y eso implica que no he podido hacer nada de lo que tenía planeado: ni teatro, ni cine, ni eventos culturales

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beard / Leonard Beard

Marta Buchaca

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Este tendría que haber sido un artículo en el que hablara de las obras de teatro que había visto en el Festival Grec, de los estrenos de cine, de los eventos culturales de la ciudad. Pero no va a serlo. Supongo que imaginan por qué. Seguro que algún amigo o amiga suyo se encuentra en la misma situación, quizá incluso ustedes. Sí, lo han adivinado, estoy confinada. Y eso implica que no he podido hacer nada de lo que tenía planeado para estos días. Y esos eventos quedarán en un bonito limbo de cultura no consumida, de vida no vivida. Y es una lástima, porque justamente esta semana venía movidita. La primera cita que tenía era en el teatro El Maldà, donde tenía entradas para ver 'Una galaxia de luciérnagas', de Aina Tur, con una inmensa Anna Alarcón. Digo inmensa porque no necesito ver actuar a Alarcón para decir que está sublime. La conozco bien, la he dirigido en varias ocasiones y es, sin duda, una de las mejores actrices de España. Vayan a verla, ustedes que pueden. Nunca he querido hacer crítica de teatro ni en este periódico ni en ningún otro medio, sobre todo porque me dedico a este oficio y no me parecería nada ético. Pero, en cambio, qué gusto poder hablar sin tapujos de lo que no he visto, de lo que no ha acontecido.

Esta semana también tenía que ir a ver al Mago Pop en el Teatre Victòria. Iba por segunda vez, ahora con mi hijo de seis años. Al niño le dije que yo tendría que estar confinada y que no podría acompañarle al teatro, pero enseguida le avancé que iría con su tía para que no montara un drama. ¿Respuesta del niño? “¡Bien!”, acompañado del brazo y del puño en alto. Bendito egoísmo de los niños, bendita supervivencia. Fueron y lo pasaron en grande y yo lo viví al día siguiente, viendo los vídeos que mi hermana había hecho. Después mi hijo me contó lo que más le había gustado de la obra: la hamburguesa que comieron para cenar y que el mago puede volar. Como crítico promete. Esta semana también iba a ir al reestreno de 'Smiley, després de l’amor', que también vería por segunda vez. Y lo bien que me hubiera ido reírme en lugar de estar en casa muerta de cansancio. Pero tampoco pudo ser, aunque también puedo afirmar que la obra es una maravilla y que el trío talentoso que forman Ramon Pujol, Albert Triola, los actores, y Guillem Clua, autor y director, es de asistencia obligatoria.

Escribo estas líneas con un test de antígenos negativo salido del horno y en mi último día de encierro. Y les confieso que, aunque me duele haberme perdido eventos, amigos y vida, he sido muy feliz. No sé los meses (o años) que hacía que no paraba, que no me levantaba sin estrés, sin prisas, con nada que hacer. Qué lujo vivir sin culpa por no estar haciendo algo, por no estar produciendo, sin ansiedad de planes por cumplir, sin estrés por llegar a la hora a todos lados. El virus me ha tenido muy cansada e, incapaz de leer, lo único que podía hacer era ver cine y series. Me he decantado por maratones de series de las que enganchan, que no significa que sean necesariamente buenas. Así que me he visto 'True Detective', por fin. Solo la primera temporada, que dicen que las otras no están a la altura, y aunque tenía todo el tiempo del mundo no estaba para perder tiempo. Solo por ver a los dos actores ya vale la pena. He visto también 'Mare of Easttown', un thriller muy bien escrito con la gran Kate Winslet, que está para que le den todos los premios habidos y por haber. Y 'El inocente', que tiene unos guiones inteligentes y eficaces. Está dirigida por Oriol Paulo, que ese sí que tiene una varita mágica. Maneja el 'thriller' como nadie. Qué gusto ver series de aquí de tanta calidad. También he visto la adaptación de los libros de J.K. Rowling en HBO. Lleva el nombre del detective que la protagoniza: 'Cormoran Strike', un personaje fiel a la tradición del género 'noir' británico. Un exsoldado que no tiene pierna y que está encarnado por un actor sutil, elegante y preciso: Tom Burke. Es de las que se ve de un tirón. 

Esta semana no he podido ir al teatro, pero las series 'mainstream' me han curado un poquito el virus este que nos tiene locos a todos. Mañana sería mi primer día de libertad, pero acaban de informarme de un positivo en el grupo del 'casal' de mi hijo mayor. Así que mañana empiezo diez días más de confinamiento. Esta vez acompañada. No sufran, que en esta ocasión les ahorraré el artículo recomendando películas infantiles y manualidades varias. Que no pare la fiesta. Cuídense, y, sobre todo, no hagan planes. 

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