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Presupuestos en distensión

Tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como Esquerra están interesados en alcanzar un acuerdo sobre las cuentas del Estado

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonés

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonés

De la larga entrevista de tres horas entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, poco contenido se hizo público, más allá del desacuerdo en las cuestiones de fondo sobre la negociación política en el conflicto catalán. Pero ambos líderes abordaron muchos otros temas, que empezaron a desvelarse en la entrevista de este domingo a Aragonès en EL PERIÓDICO. Uno de estos temas es la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que aún no se ha iniciado formalmente con papeles encima de la mesa, pero sí políticamente.

Ambas partes están interesadas en llegar a un acuerdo para los Presupuestos e incluso se habla de cerrar un pacto para lo que queda de legislatura. ERC ya apoyó las cuentas del Estado actualmente vigentes y algunas fuentes creen que las de este año, cuyas negociaciones formales se abrirán en septiembre, pueden ser más fáciles de aprobar que las del año pasado, fruto del ambiente de distensión.

La primera decisión positiva por parte del Govern es desvincular las negociaciones de los Presupuestos de la mesa de diálogo y del resto de la negociación más política. "Como presidente de la Generalitat, quiero que pongamos la máxima ambición para conseguir hoy todo lo que podamos para Catalunya porque eso no nos resta fuerza para reivindicar la independencia", declaró Aragonès a este diario. Este planteamiento rompe radicalmente con la etapa presidida por Quim Torra, en la que se menospreció el "autonomismo" y la Generalitat se desentendió de la administración de las competencias autonómicas o de obtener nuevas.

Separar las dos negociaciones es la mejor manera de alcanzar acuerdos, al menos, por el momento, en las cuestiones presupuestarias que inciden directamente en la vida de los ciudadanos. Y pacificar también el campo de juego para que la mesa de dialogo se reúna sin interferencias durante los dos años de plazo fijados para el primer balance de la negociación. En el aspecto presupuestario, el ‘president’ pone el acento en conseguir inversiones en infraestructuras, y que se ejecuten –cada año queda un alto porcentaje sin cubrir–, en la financiación de la ley de dependencia y en la gestión de los fondos de recuperación europeos.

Los fondos Next Generation serán probablemente el núcleo de la negociación, ya que Catalunya aspira a conseguir grandes proyectos de entre los elaborados por el Govern, que ascienden a 30.000 millones de euros, una cifra difícilmente alcanzable, pero sí que es factible obtener, como pide la Generalitat, más de un proyecto tractor en automoción o en las industrias agroalimentaria o audiovisual, por ejemplo. No hay que olvidar que el objetivo de los fondos, para los que la Generalitat reclama cogobernanza, es transformar el modelo económico y en esta línea van los proyectos presentados por el Govern.

Un acuerdo entre el Gobierno y ERC en los Presupuestos del Estado repercutiría sin duda positivamente en el otro objetivo de aprobar este otoño las cuentas de la Generalitat para el año 2022. En este sentido, sería positivo presentar la misma disposición y buscar mayorías en Catalunya que permitan alcanzar acuerdos con las mismas prioridades presupuestarias.