Tiempos convulsos

El Papa Francisco ha escrito un tuit en el que pide que los fieles recen por él. No es una práctica inhabitual, porque así queda constancia de la dificultad del ministerio y de la carga que debe soportar el Pontífice. Esta vez, sin embargo, la demanda transmite una especie de reclamo urgente. "Al acercarse la fiesta de San Pedro y San Pablo", dice, "os pido que recéis por el Papa. Rezad de forma especial: el Papa necesita vuestras oraciones".

La situación actual de la Iglesia Católica es muy delicada. En Alemania, se está fraguando una tormenta a raíz de la prohibición de bendecir (no casar: bendecir) a las parejas homosexuales: algunos obispos han clamado al cielo y han decidido actuar por su cuenta. En el otro lado de la balanza, en Estados Unidos, los obispos consideran la posibilidad de evitar que el católico Joe Biden pueda comulgar porque su Administración apoya medidas proabortistas. Francisco no ha cesado de emitir reflexiones sobre la eucaristía como espacio de acogida y alimento para el alma, mensajes sutiles en contra de los prelados americanos. Este es el resumen: se cierne sobre el Vaticano un clima de crisis profunda. Y el Papa tiene 84 años. Viviremos tiempos convulsos.

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