Diversidad

Sexualidades y orgullo

La sociedad ha construido un imaginario LGTBIQA+fóbico que es difícil de combatir, ¡pero no imposible!

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Elena Crespi

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Vuelve el 28 de junio y se ha ganado muchísimo, si miramos atrás. Sin embargo, todavía nos queda un largo camino por recorrer y muchos derechos por reivindicar y ganar.

Como sociedad no nos podemos permitir que exista la LGTBIQA+fobia. Y todavía existe. Y quien lo niegue es que se tiene que graduar la vista. Nos educan, desde el minuto 0, sexualizándonos de una manera en concreto: dando por hecho que todas las criaturas son heterosexuales y cisgénero. Y esto hace que todos los aprendizajes sean cisheterocentristas. (¡Y cómo cuesta eliminar tanta mala educación!).

Este artículo podría ocupar páginas y páginas hablando sobre todo ello, pero me quiero centrar en hablar de algunos aspectos sobre cómo construimos el ideario mitológico de cómo funcionan las sexualidades del colectivo LGTBIQA+.

Esta mañana leía, en un hilo de Twitter de @Carrington_BIO, que hay ciertas personas (heterosexuales, está claro) escandalizadas con las lecturas que se están haciendo de la nueva película de Pixar, ‘Luca’.

Sin hacer ningún 'spoiler': hay una amistad entre dos niños e imagino que esto ha hecho a algunas personas imaginarse que hay cierto aire de homosexualidad en esta relación (lo digo así, utilizando un tono ramplón, como el que deben de tener las personas que se han escandalizado). También se hicieron muchas bromas homófobas cuando el gran público vio en el cine la relación entre Frodo Bolsón y Samsagaz Gamyi. Y sí, las bromas de este tipo son homófobas. Fijaos que hay quien se escandaliza cuando piensa que puede haber una relación sexoafectiva homosexual, pero nuestros cuentos infantiles están llenos de historias sexoafectivas heterosexuales y nadie se escandaliza.

La persona que se escandaliza por algo así, ¿cómo se imagina que es ser homosexual? ¿O bisexual? ¿O trans? ¿O intersex? ¿O asexual? La sociedad ha construido un imaginario LGTBIQA+fóbico que es difícil de combatir (¡pero no imposible!). Yo me encuentro con preguntas, comentarios y bromas LGTBIQA+fóbicas por todas partes adonde voy. Evidentemente, entre el público adulto que me rodea y, también, entre las personas adolescentes a quienes hago talleres. Está claro que quien más se anima a hacer comentarios despectivos son los chicos y hombres cisheterosexuales. ¿Por qué? Pues porque en el aprendizaje de la masculinidad (la tóxica, está claro, aquella que es la base de la violencia machista) hay implícito que un “hombre de verdad” no puede ser ni gay ni asexual ni trans. ¿Qué tonterías, verdad? Sí, pero todavía hay personas que lo piensan. Y es entonces cuando me encuentro con las bromas sobre el sexo anal, el pánico que tienen algunos chicos y hombres si alguien habla de que les estimulen el ano, o que otro chico les abrace o se les muestre afecto. También hay las típicas y tópicas creencias sobre cómo es el sexo lésbico, ideas preconcebidas gracias (en gran parte) a un porno lésbico que han construido hombres para que lo consuman hombres, heteros, está claro. Y todo el desconocimiento sobre qué es la bisexualidad, que todavía es percibida por algunas personas como una orientación vinculada al vicio… ¿Vicio? ¿Una orientación sexoafectiva puede ser un vicio? Cuánta bifobia, por favor… Y si la bisexualidad todavía se percibe como un vicio, la asexualidad despierta mucha incomprensión y mucha acefobia o afobia. En un mundo hipersexualizado, cuando alguien no siente atracción sexoafectiva se la mira mal. ¡Cuánta obcecación!

Y si hablamos del colectivo trans, un colectivo que también está lleno de diversidades y que recibe el ataque de personas transfóbicas, utilizando argumentaciones basadas en estereotipos y, además, similares a las que utilizan las personas que están en contra del aborto.

¿Cómo os imagináis que somos las personas del colectivo LGTBIQA+? ¿Qué os asusta de la diversidad? ¿Cómo os imagináis que tenemos relaciones sexuales? ¿Por qué no rehuís ideas preconcebidas y caducadas y aprendéis de las personas homosexuales, bisexuales, asexuales, intersexuales, trans…?

Las relaciones sexuales son relaciones sexuales, las prácticas sexuales que se hacen no dependen de la orientación sexual. Y si todavía crees que el sexo anal solo lo hacen las parejas de gays es que necesitas ampliar tu abanico de conocimientos sobre orientaciones sexoafectivas y juegos sexuales. Y ya ha llegado el momento de romper este corsé mental que plantea una sociedad donde todo es binario porque, evidentemente, no todo es binario. Es más, casi nada es binario. Las sexualidades son diversas y los importante es vivirlas y disfrutarlas con libertad. Y si esto te supone un problema, quien se tiene que revisar eres tú.

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