Pros y contras

La exhalación

De Filippo es esto, esta mezcla de comedia "feliz o triste, según las circunstancias", que termina dejando un olor de amargura justo después de haber reído con las ocurrencias de los pobres desgraciados que luchan a saber por qué

Teatro 'Filumena Marturano', con Clara Segura y Enrico Laniello Foto Silvia Poch

Teatro 'Filumena Marturano', con Clara Segura y Enrico Laniello Foto Silvia Poch / Sílvia Poch

Josep Maria Fonalleras

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Dicen que Eduardo De Filippo escribió 'Filumena Marturano' en doce días. Es la misma "exhalación" que reclama Oriol Broggi para el montaje de la obra que ha estrenado La Perla 29, con una Clara Segura - como siempre - capaz de transitar de la comedia al drama en milésimas de segundo, y un Enrico Ianniello, actor napolitano, que encaja en todos los registros, los cómicos, con la precisión del gag, y los serios, con la trascendencia algo acartonada de quien observa como le cambia la vida. Porque De Filippo es esto, esta mezcla de comedia "feliz o triste, según las circunstancias", que termina dejando un olor de amargura justo después de haber reído con las ocurrencias de los pobres desgraciados que luchan a saber por qué: por la estricta supervivencia, para agarrarse a un mundo que ya no existe, para salir adelante, sencillamente. Como dice Broggi, la historia de Filumena Marturano es "un trozo de vida sin refinar", es aquel estallido - la exhalación - de la vida mineral, pura, en la que las pasiones y los deseos están a flor de piel.

Allí afuera, está el mundo, hostil. Y, aquí, contra el mundo, la mujer que lucha por la dignidad. Una madre coraje que vive del engaño para poder ser auténtica, real.

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