Apunte

Putin versus Biden, sin sorpresas

Lo mejor, la vuelta de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Se ha acordado en estar en desacuerdo

Vladimir Putin y Joe Biden se saludan durante su encuentro en Ginebra

Vladimir Putin y Joe Biden se saludan durante su encuentro en Ginebra / AFP / MIKHAIL METZEL

Ruth Ferrero-Turrión

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Palacete de Villa La Grange, Ginebra, lugar idílico que nos retrotrae a grandes citas históricas, este es el lugar donde ha tenido lugar la primera reunión bilateral entre Putin y Biden desde la toma de posesión de este último a principios de 2021, en un momento en el que las relaciones entre ambas potencias no se encuentran en el mejor de los momentos. 

No existían grandes expectativas. Ambos líderes perseguían una puesta en escena de que es posible hablar manteniendo las formas. Ninguno habló de llegar a acuerdos, ni de negociación ni de conciliación de posiciones. Pero en lo que ambos coinciden en la necesidad de establecer unas relaciones fluidas que sean predecibles y sostenibles, aunque sea desde el desacuerdo. 

Muchos son los temas en disputa. La crisis en Ucrania, la anexión de Crimea, la situación en Bielorrusia; la protección de los derechos humanos de los disidentes o los ciberataques y las 'fake news'. Ninguno de ellos se iba a resolver en esta reunión, y ninguno se ha resuelto. 

Lo mejor, la vuelta de las relaciones diplomáticas entre ambos países, simbolizado en el regreso de ambos embajadores a sus respectivos destinos. Se ha acordado en estar en desacuerdo, 'Biden Style'. No se ha renunciado a ninguna línea roja, pero se ha puesto de manifiesto el abc de las relaciones internacionales, la necesidad de diálogo, algo que muchos habían olvidado.

Ha sido esta la semana de puesta de largo europea de Biden. Las fotos con Johnson y sus nostalgias irlandesas; la foto del regreso de las relaciones transatlánticas con la UE tras el Brexit; la escenificación de la cohesión de la Alianza Atlántica con una graciosa concesión a España y este miércoles la vuelta a la cordialidad disidente con Moscú. Una semana que Biden ha utilizado para contar sus planes en materia de política exterior y de seguridad y que la UE ha recibido con los brazos abiertos. Biden con paso firme, sin levantar la voz, ha dado un paso al frente y ha dicho, Estados Unidos está de vuelta.

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