Tras el covid

Es necesario abrir la Administración pública

Los trámites telemáticos, a menudo, son difíciles de realizar. Por lo tanto, ahora que la mayoría de actividades se están normalizando, la Administración tiene que aumentar la presencialidad

Cola a la entrada de un Centro de Atención Primaria, en l'Hospitalet

Cola a la entrada de un Centro de Atención Primaria, en l'Hospitalet / El Periódico

Carme Borrell

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Las últimas semanas los indicadores referidos al covid-19 han mejorado mucho. Es una buena noticia. Esto ha permitido a la Generalitat ir flexibilizando las medidas especiales en materia de salud pública para la contención de la epidemia. Las consecuencias en la salud de las medidas para contener la covid-19, sobre todo el confinamiento, son importantes, especialmente en la afectación de la salud mental. Por lo tanto, aunque todavía hay que seguir con medidas de prevención ya que la epidemia no se ha terminado, poder ir restableciendo las actividades ayudará también a mejorar la salud colectiva.

En este escrito quisiera hacer una reflexión sobre el trabajo de la Administración pública durante la pandemia. Algunos servicios, como por ejemplo los sanitarios (incluida la salud pública) o educativos han estado abiertos y trabajando de forma presencial e intensiva. Y hay que reconocer que no ha sido nada fácil. Aunque una buena parte de las visitas han pasado a hacerse por teléfono o por vía telemática, tanto la de la atención primaria como en los hospitales, sus profesionales han estado en su puesto de trabajo. Lógicamente la crisis de la covid-19 los ha agotado. Por otra parte, hay que recordar las polémicas que hubo sobre la idoneidad de abrir las escuelas. Ahora que se acaba el curso hay que reconocer que la decisión de abrirlas fue un gran acierto, entre otras cosas para mejorar la calidad de vida de los menores. Es importante reconocer el esfuerzo y dedicación de todos estos profesionales, que lo han dado todo para ofrecer un buen servicio. 

Otras partes de la Administración han trabajado a distancia. De hecho, ha sido necesario invertir grandes esfuerzos para ello, ya que la mayor parte de la administración no lo había hecho nunca. No teníamos ni el material necesario ni estábamos preparadas para fijar objetivos, hacer el seguimiento y evaluar el trabajo realizado. Tampoco teníamos el 'software' para hacer todos los trámites o reuniones 'online', etc. Y se han hecho muchos avances en pocos meses, aunque todavía hay que mejorar y evaluar los resultados. Hay que reconocer que trabajar a distancia tiene ventajas, como por ejemplo la adaptación de los horarios o los menores desplazamientos de las personas trabajadoras, pero actualmente también tiene algunas limitaciones, sobre todo relacionadas con la atención a la población.

En Barcelona hemos observado que hay desigualdades importantes en la población vacunada por zonas de la ciudad. Y una de las posibles explicaciones es la existencia de barreras digitales 

Muchos de los servicios a la ciudadanía han pasado a ser por vía telemática. A menudo se han comentado las grandes dificultades para tener acceso al Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), para poder tramitar las prestaciones relacionadas con el paro u otros temas, o para tener acceso a atenciones presenciales de todas las administraciones en las oficinas de atención al público. Por otra parte, los trámites telemáticos a menudo son difíciles de realizar o incluso fallan los sistemas o las plataformas de conexión. Por lo tanto, ahora que la mayoría de actividades se están normalizando, la Administración tiene que aumentar la presencialidad. Y hay que recordar que a la mayoría de las personas que trabajamos en la Administración pública no nos ha peligrado el puesto de trabajo durante la covid-19. Es nuestra obligación hacer más accesibles nuestros servicios.

Quisiera poner un ejemplo referido a las vacunaciones, que ilustra la afectación de los servicios 'online'. En nuestro país, la vacunación frente a la covid-19 es una política para toda la población y gratuita, pero hay que conseguir cita a través de un sitio web. En Barcelona hemos observado que hay desigualdades importantes en la población vacunada por zonas de la ciudad. Las áreas de menor nivel socioeconómico han llegado a tener unas coberturas inferiores de hasta 30 puntos de porcentaje. Y una de las posibles explicaciones es la existencia de barreras digitales, de forma que no toda la población tiene el mismo acceso al mundo digital y precisamente la más desfavorecida es la que lo sufre más. Para paliar estas desigualdades se han hecho diferentes acciones, entre ellas se han instaurado 24 puntos presenciales de apoyo para obtener cita para la vacunación en los barrios con menores porcentajes de población vacunada.

Ahora que incluso se abrirá el ocio nocturno, no quedan argumentos para tener servicios públicos sin presencialidad. La Administración debe dar servicio a la ciudadanía y, para hacerlo a pleno rendimiento, es necesario que la Generalitat de Catalunya permita reabrir lo que no lo está, siguiendo las medidas de prevención. Esperamos que sea lo antes posible.