Pros y contras

'Rex ex machina'

En la pregunta de si el monarca firmará los indultos anida la tentación de una irrupción suprema

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, en la concentración de Colón contra los indultos

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, en la concentración de Colón contra los indultos / Efe / David Fernández

Josep Maria Fonalleras

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El señor que iba en vaqueros con proclamas fascistas, un cinturón con una hebilla en forma de calavera, una bandera de España como capa, una camiseta también muy española y, sobre todo, una enorme testa de toro de camuflaje, quizás es que estaba homenajeando a Berlanga. Toda la manifestación contra los indultos fue, de hecho, un plató de las efervescencias patrióticas, con proclamas enardecidas y brindis a un sol que enardecía a las piedras. El hecho más significativo, sin embargo, más allá de los gritos efusivos y del tono crispado, fue la introducción de la figura del Rey en el escenario, un 'Deus ex machina' que, a juicio de Díaz Ayuso, debe salvar a la patria a última hora. Este es un recurso clásico, criticado por Aristóteles, que consistía en la aparición repentina de un dios, desde el exterior, sin vínculo con la narración, para intervenir en la acción y evitar así la tragedia. Ahora podríamos hablar de un 'Rex ex machina', porque en la pregunta de si el monarca firmará los indultos anida la tentación de una irrupción suprema. Si no los firma, que todo puede ser, vistos los antecedentes, asistiríamos a una crisis constitucional de consecuencias incalculables. Esto propone Díaz Ayuso.

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