Indultos

La valentía de Junqueras

El gesto llegó, con un artículo que da pie a interpretaciones. La que deseaba la Moncloa, sobre todo. La renuncia a la vía unilateral. En ningún pasaje se afirma eso. Pero la Moncloa necesitaba la suficiente ambigüedad como para sacar esa conclusión

BARCELONA 21/05/2021  Política.  Pleno de investidura de Pere Aragones como nuevo president de la Generalitat En la foto Oriol Junqueras llega al Parlament Foto Ferran Nadeu

BARCELONA 21/05/2021 Política. Pleno de investidura de Pere Aragones como nuevo president de la Generalitat En la foto Oriol Junqueras llega al Parlament Foto Ferran Nadeu / Ferran Nadeu

Sergi Sol

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Se es líder en la medida que se toman y asumen decisiones incómodas. Y se es un oportunista, a merced del viento, cuando no hay otro deseo que agradar a los parroquianos para agasajarlos con milongas.

En el artículo de Oriol Junqueras, ‘Mirando al futuro’, no hay nada nuevo que no haya dicho y escrito en repetidas ocasiones. Lo determinante es el contexto, la inminencia de los indultos, y la interpretación maniquea que a buen seguro éste ya sabía que harían unos y otros. 

La Moncloa, finalmente, ha hecho suya la disposición a conceder la medida de gracia cuando vamos camino de cuatro años de cárcel y dos largos años desde el inicio del juicio que acabó con condenas de 9 años, la más benévola, para Cuixart y Sánchez. Hasta 13 años, varapalo que se llevó Junqueras.

La Moncloa exigía los últimos días algún gesto que le permitiera agarrase a algo y coger oxígeno ante la derecha, que se echa otra vez al monte y los sectores del PSOE más reaccionarios y que tan a menudo se asemejan al PP como dos gotas de agua.

Y el gesto llegó, con un artículo que da pie a interpretaciones. La que deseaba la Moncloa, sobre todo. La renuncia a la vía unilateral. En ningún pasaje del artículo se afirma eso. Pero la Moncloa necesitaba la suficiente ambigüedad como para sacar esa conclusión, ante las pullas de la derechona y la vieja guardia felipona. Por otra parte, esa también es la interpretación que se apresuraron a hacer los pata negra del independentismo, a menudo profesando la fe de los conversos, para lanzar las ya habituales fatuas contra el líder republicano.  

Junqueras demuestra madera de líder y asume los costes –ante el fundamentalismo- en favor de todos los que se van a beneficiar, directa o indirectamente, de los indultos. En Lledoners, aunque no se verbalice, se siente alivio con el artículo de Junqueras. Alguien debía dar el paso y hacerlo. Y ese alguien debía ser líder, para que surtiera el efecto deseado.