Pros y contras

¿Un nuevo nosotros?

La frase pronunciada por Pedro Sánchez, con la carta de Oriol Junqueras aún caliente sobre la mesa, anuncia una nueva etapa al tiempo que marca las fronteras del diálogo

Pedro Sánchez y Pere Aragonès se saludan

Pedro Sánchez y Pere Aragonès se saludan / MONCLOA / FERNANDO CALVO

Josep Maria Fonalleras

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Este "buscar juntos un nuevo nosotros" podría pasar a la historia de las frases célebres. Pronunciada por Pedro Sánchez, con la carta de Oriol Junqueras aún caliente sobre la mesa, recién salida del horno de la moderación, anuncia una nueva etapa al tiempo que marca las fronteras del diálogo. Quizás debería analizarse como han hecho los expertos con ese cuento tan breve de Monterroso. Venía precedida de un "dejemos atrás la dialéctica estéril", con lo cual prometía, o parecía prometer, una conversación basada en hechos y no en simbologías, y hablaba del "nosotros" como marco de la relación, una primera persona que delimita el espacio común de las conclusiones.

La misiva de Junqueras también admite una lectura en profundidad, la reclama. Dice "aliviar" y "paliar", que no son sinónimos de "solucionar", pero que van en la línea de descongestionar, de quitar presión al conflicto. Podría ser que todo se fuera al traste (vivimos en un equilibrio precario, acechado por las fuerzas de la gravedad radicales, en un campo y en otro) y que los funambulistas cayeran de la cuerda en medio de los aplausos alocados, furibundos, de los fundamentalistas. Pero también podría ser que, sin red, pasaran la maroma.

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