Consejo de Europa

Magia y tergiversación

El informe habla de la conculcación de derechos humanos en España y ... en Turquía. No hace falta decir nada más

Vista de la sede del Consejo de Europa, en Estrasburgo

Vista de la sede del Consejo de Europa, en Estrasburgo

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

He tenido la paciencia de leer entero el informe que el señor Boriss Cilevičs, diputado letón del Consejo de Europa, ha redactado en nombre de la comisión de Asuntos Legales del organismo que vela por los derechos humanos. No es muy amable con España. Pide que los presos políticos sean liberados, que se reformen las leyes que los condenan, y que cese la persecución de los exiliados y de aquellos que apoyaron las ideas independentistas. Una posición clara y nítida. Incuestionable. Defiende, es cierto, que España es una democracia "vibrante", pero, dicho esto, carga con contundencia contra la reacción exagerada del Estado.

Y el Estado español se queja. Considera que el planteamiento "merece un reproche general del Gobierno de España". Y emite un comunicado: "El Consejo de Europa avala la actuación de España". ¿Cómo? ¿En qué quedamos? Hace magia y se agarra al relato de los hechos no como una descripción (que es lo que es), sino como una opinión (que es lo que les gustaría que fuera). Tergiversa un documento oficial de manera absurda y grosera. Y se olvida de un detalle: el informe habla de la conculcación de derechos humanos en España y ... en Turquía. No hace falta decir nada más.

Suscríbete para seguir leyendo