Himno inclusivo

Segadoras, fontaneros y prostitutas

Existen otros colectivos oprimidos que merecen sentirse igualmente representados por el himno de Catalunya

Magalí Sare y Manel Fortià interpretan 'Els Segadors'.

Magalí Sare y Manel Fortià interpretan 'Els Segadors'. / El Periódico

Albert Soler

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Me encantó escuchar el himno de ‘Les Segadores’ en el acto de inicio de legislatura, ya que ello indica desde el primer momento que tenemos un ‘governet’ que va a dedicarse a lo que de verdad importa, y no a efectuar brindis al sol, como es tradicional en Catalunya.

-...y para demostrar que somos un ‘governet’ pragmático y que no va a dedicarse a tonterías, al cantar el himno diremos ‘segadoras’.

Dicho y hecho. Ahora el himno catalán es inclusivo, el primer himno inclusivo del mundo, por lo menos no me consta que ‘La Marsellesa’ diga «a las armas ciudadanas», aunque qué sabrán los franceses de democracia e igualdad. Ahora bien, Catalunya, siempre dispuesta a que el mundo nos mire aunque sea para reírse, no debería conformarse con un simple «segadoras», de hecho, la segadora que tengo en casa no parece haberse dado por aludida, ella, con que le metas gasolina está contenta y deja el césped como el del Camp Nou. Incluir a las señoras en la letra del himno catalán está bonito, pero se trata solo de un primer paso. Existen otros colectivos oprimidos que merecen sentirse igualmente representados por este himno que en Catalunya se canta a la menor ocasión, sea una comunión o la reunión de una asociación de vecinos. De hecho, las variaciones en la letra se explican porque los catalanes estamos tan hartos y aburridos de escuchar siempre la misma, que se hace necesario innovarla.

No es justo que los demás grupos que luchan por sus derechos queden excluidos. ¿Qué hay de los ciclistas, veganos, animalistas, negros, gays y socios del Real Madrid? ¿No tienen acaso derecho a sentirse representados por la cancioncita que a todos nos une? ¿No son también catalanes (y catalanas, perdón)? Reconozco que podría prestarse a malas interpretaciones e incluso a mofa, cantar que "llegó la hora, homosexuales, afilad las herramientas". ¿Pero no podrían por lo menos los ciclistas preparar las bicicletas, que llegó hora de estar alerta, etcétera? ¿Y los veganos, no pueden llamar a comer fruta, ya que llega otro junio, etcétera? O la inclusividad es absoluta o no es inclusividad, Catalunya no puede permitirse de nuevo ser el país de Quiero Y No Puedo, como cuando quiso proclamar la republiqueta.

Eso, por lo que respecta a los colectivos, pero quedan las profesiones. Es de un corporativismo insultante que solo los segadores (o segadoras, perdón) se sientan representados por el himno. No negaré que sea un oficio la mar de digno –si bien un poco obsoleto–, pero también lo son el de los panaderos, los profesores, las prostitutas y los fontaneros. O los viajantes de comercio, que tradicionalmente han mostrado y vendido los productos catalanes por toda España. "Es la hora, representantes de hilaturas", suena épico a la vez que comercial, que es de lo que se trata, y merece formar parte de la próxima versión de ‘Els Viatjants’, antes ‘Els Segadors’.

Inclusividad total. En cada ocasión que suene el himno, y en Catalunya no faltan, un nuevo oficio tradicional debería tomar el relevo a los segadores (y las segadoras, perdón) que hace ya demasiado tiempo que ostentan el monopolio hímnico. Por supuesto, esto obligaría a llevar a cabo otros cambios para concordar la letra, puesto que uno no imagina ni a los informáticos ni a las rameras defendiendo la tierra a golpes de hoz, en todo caso de tóner o de bragas, cada cual dispone de las armas que su oficio le otorga.

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