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Nueve lecturas sobre China y su búsqueda de la hegemonía

Las multinacionales del gigante asiático, pero también empresas más pequeñas, empiezan a liderar la economía de la aldea global. Numerosos trabajos abordan el imparable ascenso de un país cuya modernización arranca con Deng Xiaoping

Libros China

Libros China / El Periódico

Albert Garrido

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La creciente rivalidad entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial favorece la proliferación de libros que abordan el ascenso imparable de la gran superpotencia de Asia menos de medio siglo después de la muerte de Mao Zedong (1893-1976). Al releer hoy textos clásicos de análisis del maoísmo como 'Le problème chinois', de Roger Garaudy (colección 10/18, 1967), es preciso un gran esfuerzo de comprensión del pasado para relacionarlo con el presente; al desempolvar resoluciones del Partido Comunista Chino, que en plena Revolución Cultural presentaban la herencia confuciana como el mayor obstáculo en el desarrollo de una sociedad socialista, es imposible no sorprenderse habida cuenta la restauración de conceptos que hunden sus raíces en el legado cultural del reino del medio.

Para Claudio F. González, autor de 'El gran sueño de China. Tecno-socialismo y capitalismo de Estado' (Tecnos, 2021), el objetivo del presidente Xi Jinping “es tremendamente ambicioso puesto que pretende transformar nuevamente una sociedad entera para llevarla a ser un paradigma de armonía, con beneficios para el conjunto de la ciudadanía por encima de muchos de los derechos individuales a los que estamos acostumbrados”. Y esa armonía invocada por el ensayista remite al concepto de equilibrio social surgido en el universo confuciano.

¿Es posible que China alcance tal meta de forma pacífica? John J. Mearsheimer responde con un pesimista 'no' en 'The tragedy of great power politics' (W. W. Norton & Co., 2014), porque sostiene que las superpotencias tienen casi siempre “intenciones revisionistas” para modificar a su favor el statu quo, lo que en la práctica significa que es inevitable el disenso entre Estados Unidos y China. Henry Kissinger lo resumió en 'China' (Debate, 2012): las dos superpotencias no han desarrollado “una idea conjunta del orden mundial”.

Durante la última década, las posibilidades de conflicto han ido en aumento por la rivalidad tecnológica y estratégica a ambos lados del Pacífico. Mientras en los días de Henry M. Paulson en la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos (2006-2009) parecía factible modular la competencia mediante el pacto y el compromiso, sobre el presente se ciernen nubes borrascosas. Paulson publicó en 2014 'Deadling with China' (Headline), una visión optimista y pacífica del futuro sustentada en la experiencia del autor, que alentó la apertura de la economía china desde la presidencia ejecutiva de Goldman Sachs. Seis años después el título del político de Singapur Kishore Mahbubani apuntó en sentido justamente contrario: 'Has China won?: The Chinese challenge to American primacy' (Public Affairs, 2020).

El desafío industrial, tecnológico y de dinamismo en los mercados se ha consumado más allá de cualquier prospección hecha en los prolegómenos del gran cambio, cuando Deng Xiaoping impulsó la modernización de la estructura productiva china y archivó la vieja idea de rescatar al país de la pobreza mediante la adaptación del ideario leninista al 'ethos' de una sociedad de base agraria. En 'Deng Xiaoping and the transformation of China' (Harvard University Press, 2013), Ezra F. Vogel analiza las etapas esenciales cubiertas por el gran reformador, investido de una autoridad que arrinconó a la disidencia y a los nostálgicos de la revolución permanente, una formulación “nacida como justificación teórica de la tentativa voluntarista de acelerar el tránsito al comunismo” (Garaudy).

“No son solo las grandes empresas de China y los grandiosos designios del Gobierno los que están cambiando el mundo. El cambio también nace de centenares de millones de empresas modestas que se extienden por toda China para fabricar lo que el mundo busca”, escribió en 2006 Ted C. Fishman en 'China S.A.' (Debate). El objetivo de fabricar lo que el mundo precisa se mantiene intacto, pero nuevos ingredientes forman parte de la irrupción china en la aldea global, en el peso que han adquirido las multinacionales chinas en el sector de las nuevas tecnologías. 'Penser en Chine' (Folio, 2021), que reúne ensayos de varios autores, ahonda en esa nueva realidad y en la consolidación de un imperio-mundo donde coexisten la propaganda del partido único con el desarrollo capitalista sin renunciar al léxico comunista.