Pros y contras

Un abrazo: apuntes de sociedad

El abrazo de Iceta y de Cuixart es una noticia excelente, un apunte de sociedad, una nota a pie de página, pero a la vez una imagen altamente simbólica

Pere Aragonès toma posesión como 132 presidente de la Generalitat de Catalunya

Pere Aragonès toma posesión como 132 presidente de la Generalitat de Catalunya / Pau Venteo

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se mire como se mire, el abrazo de Iceta y de Cuixart es una noticia excelente, un apunte de sociedad, una nota a pie de página, nada, un instante, sin protocolos ni fuegos artificiales, pero a la vez una imagen altamente simbólica. No hay que olvidar que Cuixart es un preso político y que Iceta es un ministro del Gobierno del Estado que le ha condenado. ¿Previó Cuixart que su gesto desataría la avalancha de críticas furibundas que incluso han puesto en duda su liderazgo moral? ¿Era consciente Iceta que el abrazo también le reportaría exabruptos por parte de la caverna? Es muy probable, así lo quiero pensar, que ninguno de los dos, en ese momento, valorara las consecuencias del gesto, que simplemente fue producto del talante distendido, y al mismo tiempo decidido, del líder independentista y de una reacción natural del socialista.

Los ataques dan pavor, pero también hay posturas cuerdas y serenas. Estos años hemos arrastrado dolor y serios desbarajustes emocionales, hay gente que ha sufrido (y sufre) mucho, y hemos visto y nos hemos visto empujados a situaciones muy violentas. Por eso es importante y trascendente el abrazo. No es nada, pero es, al mismo tiempo, un gesto para la historia.

Suscríbete para seguir leyendo