Infraestructura

El aeropuerto: IESE y ESADE

La ampliación resulta clave para reactivar la economía y posicionar a Barcelona en el contexto global

Un avión de Ryanair, en el aeropuerto de El Prat, el pasado mes de agosto.

Un avión de Ryanair, en el aeropuerto de El Prat, el pasado mes de agosto. / periodico

Jordi Alberich

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La próxima semana, más de un centenar de entidades se reunirán en la escuela de negocios ESADE para urgir a las administraciones, especialmente a la Generalitat, el aprobar la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Según la propuesta del gestor aeroportuario AENA, se trata de acometer un conjunto de infraestructuras, por un importe de hasta 1.500 millones de euros, para situar a El Prat como un verdadero 'hub' aéreo internacional. Una vieja reclamación catalana que, en las actuales circunstancias, resulta clave para reactivar la economía y posicionar a Barcelona en el contexto global.

La cita recuerda la que se organizó en 2007 en IESE pues, al igual que entonces, la iniciativa recae en la sociedad civil, con la misma voluntad de exigir inversiones aeroportuarias, y celebrándose ambas en nuestras escuelas de negocio más destacadas. Pero, tras esas similitudes, se encuentran notables diferencias entre una y otra convocatoria.

La celebrada en IESE nos alcanzó en plena euforia económica, con una sociedad catalana que, por una parte, temía perder peso económico y, por otra, mostraba un notable grado de autocomplacencia. Así, más que una reclamación concreta, la iniciativa era muestra de un extendido y difuso malestar generalizado. Un espíritu reivindicativo que estimuló la fallida adquisición de la aerolínea Spanair por parte de instituciones y empresarios catalanes, en una operación que rozó el ridículo.

La cita de ESADE nos alcanza en una coyuntura radicalmente distinta, saliendo de la pandemia y con un ánimo colectivo muy alicaído pero, a su vez, el encuentro se orienta a una reclamación concreta y factible. Un proyecto de enorme envergadura y que tenemos muy cerca, si somos capaces de limar diferencias que, en ningún caso, deberían paralizar la ampliación. Asimismo, en esta ocasión contamos con un liderazgo, discreto y participativo, de Foment del Treball, que debe servir para encauzar la reclamación y dar continuidad al encuentro del próximo 2 de junio. Mucha suerte.