Salud laboral

El nuevo director de Felicidad

Este rol profesional de moda es proactivo y proporciona entornos colaborativos, sustituyendo control por confianza

Varios trabajadores en la oficina.

Varios trabajadores en la oficina. / economia

Sílvia Cóppulo

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Dos de cada tres personas, con niveles distintos de responsabilidad en el trabajo, admiten que últimamente se han sentido estresadas. Es un dato muy preocupante, que arroja la investigación en la que estamos trabajando en el “Observatorio de Liderazgo en la Empresa UPF BSM”. Y, mientras pienso en cómo se puede minimizar ese malestar emocional y los riesgos psicosociales que conlleva, recibo información del rol profesional de moda, que marca perfil propio frente al tradicional jefe de RRHH. Procedente de EEUU, llega el nuevo director o directora de Felicidad. No es de extrañar; ya en 1776, la Constitución Norteamericana consideró la búsqueda de la felicidad como un derecho inalienable.

¿Estamos realmente planteándonos la necesidad de crear un estilo de dirección en las empresas que incluya como objetivo el bienestar y la felicidad de los empleados? Las investigaciones sobre los cambios imprescindibles en los estilos de liderazgo en época covid subrayan la necesidad de que los directivos acentúen las denominadas 'soft skills', las habilidades y competencias interpersonales; en especial, la comunicación. Frente a la incertidumbre, las personas directivas deben ser más proactivas, motivando a sus equipos. Se trata de gestionar proporcionando 'feedback' en entornos colaborativos, sustituyendo control por confianza, empoderando. Valorar por objetivos. Quitar presión. Dar voz y capacidad de decisión a los trabajadores. Generar canales de comunicación. Con flexibilidad. Creando, incluso, acciones lúdicas que generen cohesión. 

Además, se abre paso una generación muy bien preparada, los 'millennials'. Para los jóvenes, su satisfacción personal constituye un objetivo vital, y ello incluye su desempeño en la empresa.

Esa figura de director/a de Felicidad, que llega de Silicon Valley, haría bien en compartir despacho con el gerente. Productividad rima con felicidad. Cada euro que se dedica a programas de salud, tanto física como emocional, tiene un retorno de hasta 3,5€ para la compañía. Los trabajadores felices son más productivos. Se trata de avanzar en un feliz 'win-win'.