Pros y contras

Los cromos de ERC

Poco importa que una mayoría de izquierdas haya ganado las elecciones. De nuevo estamos con la derecha de Junts en el Govern

Pere Aragonès, al finalizar una reunión en el Parlament

Pere Aragonès, al finalizar una reunión en el Parlament

Emma Riverola

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Catalunya sigue haciendo equilibrios sobre el eje nacional. Poco importa que una mayoría de izquierdas haya ganado las elecciones. De nuevo estamos con la derecha de Junts en el Govern. Esta vez, sin el premio de la presidencia, pero con las ‘conselleries’ de mayor peso económico en sus manos. A ERC le ha costado más de dos meses de negociación superar el escollo del Consell de la República. Sobre el papel, el Govern no estará tutelado por Waterloo. No es poca cosa. 

A partir de ahora, el tictac de la cuenta atrás empieza a contar para ERC. Por primera vez en democracia, tiene la presidencia de la Generalitat. Los tiempos son difíciles, el desánimo es evidente. A Aragonès le toca gestionar los coletazos del ‘procés’, pero la pandemia ha desenfocado el objetivo. Ni la independencia es ya una meta esperable a corto plazo ni es la principal preocupación ciudadana. La épica suena a huera y toca arremangarse. No son malas condiciones para Aragonès. El republicano no parece adalid para revoluciones, pero sí para el pragmatismo. Si consigue convertir su personalidad en liderazgo, ganaremos algo de calma. Entonces sabremos si, además de una permuta de cromos, hay posibilidad de un cambio de álbum

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