El potencial redentor del arte

Leo 'Els llegats', de Lluís Calvo, un ensayo contundente, nítido, documentado y sabio, una "lectura contemporánea de la tradición". Propone una reflexión, a partir de Benjamin y Agamben, en la que habla del "inmenso potencial redentor y transformador del arte", aquella conjunción de los instantes pasados y presentes, "una constelación" que los agrupa y que carga de significado nuestros días y que infunde sentido a los días de antaño. No entender la tradición como un elemento estático, sino como un diálogo, un flujo, una continuidad que se renueva y que explota a partir de nuevas lecturas.

Pienso en eso cuando salgo de ver y escuchar un concierto de Maria Arnal y Marcel Bagés, la presentación del disco 'Clamor'. Su música, la polifonía de voces, la profusión de sonidos salvajes y pausados, tiene algo de ritual, de atmósfera religiosa y a la vez sensual, ceremonial y tierna, popular y sofisticada. La tensión electrónica, el ritmo desaforado y trepidante, se conjura con los momentos delicados ('Cant de la Sibil•la', por ejemplo, la pieza medieval que hiela el corazón) para impactar en el espectador, para renovarlo, en una liturgia que es a la vez mística y alentadora, que remueve y reconforta.

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