Turismo: lo de ya y lo de siempre

La celebración esta semana de la Feria Internacional del Turismo (Fitur), en Madrid, coincide con el despertar de la actividad del letargo pandémico al beso de la vacuna y del progresivo levantamiento de restricciones en España y en los principales países emisores de visitantes (Reino Unido, Francia y Alemania).

La recuperación del turismo esconde una de las llaves para superar la crisis económica en España. No solo porque representa el 12,5% del PIB español, sino por su importante efecto arrastre. Cada euro de gasto turístico arrastra otro euro de gasto en actividades vinculadas. Por eso, la Autoridad Fiscal (Airef) espera que la recuperación del turismo sea capaz de aportar 5 puntos porcentuales al crecimiento del 2022. 

El Gobierno espera que a final del 2021 la actividad del sector turístico se sitúe al 60% del nivel prepandemia y llegar al 100% en el 2022. Según esto, la recuperación de la hostelería iría unos pasos por detrás: a finales del 2022 este sector solo habría recuperado el 90% de su actividad del 2019. Airef y Banco de España ven la reactivación un poco más lenta y desplazan al 2023 la recuperación plena de la actividad turística.

Que Alemania, Holanda y Dinamarca hayan levantado su veto al turismo en Canarias, como ha sucedido en los últimos días (estos países ya no exigirán una cuarenta a las personas que regresen desde el Archipiélago) constituye una buena noticia para empezar Fitur. En junio se espera el certificado digital verde para garantizar una movilidad más segura dentro de la UE. 

Pero nada de eso puede esconder que la pandemia ha puesto al turismo frente al espejo, con exigencias de reinvención.

Los atentados yihadistas contra objetivos turísticos y las revueltas en países como Egipto, Turquía o Túnez -competidores en el Mediterráneo- desviaron a España cientos de miles de visitantes que el país supo conservar. Pero ahora la pandemia ha hecho tabla rasa. Supone un reinicio, en el que todos empiezan de nuevo la carrera. El lema “Te mereces España” de la campaña de Turespaña para recuperar el mercado internacional puede acertar al hacer coincidir el deseo de expansión de unos ciudadanos que no han tenido más remedio que ahorrar durante los confinamientos con una oferta de calidad y, seguramente, más cara que la de otros competidores.

Y aquí entran en juego los Fondos Europeos y la oportunidad que ofrecen también a este sector para dar ese salto de calidad diferencial que el visitante extranjero se merece en España.

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