Revisión

Besos cancelados: Del covid a Blancanieves y 'Sombra y Hueso'

El consentimiento sexual explícito y necesario tiene un océano cultural en el presente donde visualizarse, más constructivo y sensato que el "borrado" de mitos históricos revisados

Escena de 'Sombra y Hueso' con los personajes Alina Stark y el general Kirigan

Escena de 'Sombra y Hueso' con los personajes Alina Stark y el general Kirigan / Netflix

Carol Álvarez

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1.Vuelven los besos

Para los besucones, las restricciones del covid han supuesto una cruz extra en los padecimientos arrastrados para neutralizar los efectos de la pandemia. Desde el primer día que se impuso el uso de la mascarilla, la llevaras mejor o peor puesta, las bocas desaparecieron para solo asomar entre los fumadores y a las horas de las comidas. También se podían ver las bocas por Zoom, con una distancia no ya profiláctica, sino de plasma. Volveremos a lucir sonrisas y a besar, en muy poco tiempo, aunque la nueva normalidad nos dejará por un largo tiempo la extrañeza del contacto y el temor a cruzar líneas invisibles que ya no existen. Perderemos el beso de saludo cordial, y apretaremos manos. Un retroceso cultural en defensa de la especie.

2.El beso de Blancanieves

De besos y retrocesos culturales también va la última polémica de la cultura de la cancelación, cada vez más temible. El parque de Disneyland reabrió esta semana tras 400 días de cierre por las restricciones del covid, y entre las novedades que presenta hay un show relacionado con Blancanieves, el célebre cuento de 1937. Nueva iluminación y una puesta en escena espectacular la acompañan pero ese beso final del príncipe a una blancanieves dormida ha levantado las iras de críticos que reclaman una adaptación al gusto de los nuevos tiempos.

El parque ha sido acusado de no ajustarse a los aires del "consentimiento sexual", el de la aprobación expresa a un acto íntimo. “Eso no es amor verdadero”, señalaron desde el San Francisco Gate. Besar a una mujer que no puede opinar al respeto porque no es consciente y pierde así su derecho a rechazarlo no está bien, según estos adalides de la cultura de la cancelación. Que la escena se integrara en el imaginario Disney hace sesenta años no parece afectar a los extremistas del movimiento que purga sin límites la herencia cultural que nos ha hecho como somos. El parque de atracciones aún no se ha pronunciado, pero esta es la última polémica en la que se ve envuelto: antes ya tuvo que cambiar otros espectáculos por su tratamiento de la diversidad racial. ¿Despertará a Blancanieves antes del beso?

3.El general Kirigan al rescate

Una cosa es el pasado más o menos ofensivo, y su interpretación y lectura en nuestros tiempos. Los valores se renuevan y mejoran, pero la mirada atrás ha de mantener la distancia suficiente para poner en su sitio dónde estábamos, qué creíamos, que hemos de corregir en el ahora. El consentimiento sexual explícito y necesario tiene un océano cultural en el presente donde visualizarse. Y claro que hay margen para la corrección y la rectificación. La reciente adaptación del best seller de narrativa fantástica juvenil ‘Sombra y Hueso’ lleva a la pequeña pantalla una escena sexual en la que se ha cambiado la versión original del libro de Leigh Bardugo para que el personaje del general Kirigan pregunte a la protagonista si “está segura” antes de seguir con su tórrida escena. Fue el actor que lo interpreta, Ben Barnes, quien instó esa modificación en el texto, incómodo por el mensaje que podía transmitir si no se explicitaba el consentimiento, podía ser una situación de prevalimiento en toda regla. Así, sí.

Que vuelvan los besos, pero los justos.