APUNTE

De Budapest a Goteborg

Barcelona    02 05 2021  Deportes   Martens felicitada por sus companeras tras anotar el primer gol azulgrana durante el partido de vuelta de las semifinales de la champions femenina entre los equipos del FC Barcelona y del PSG en el estadi Johan Cruyff   Fotografia de Jordi Cotrina

Barcelona 02 05 2021 Deportes Martens felicitada por sus companeras tras anotar el primer gol azulgrana durante el partido de vuelta de las semifinales de la champions femenina entre los equipos del FC Barcelona y del PSG en el estadi Johan Cruyff Fotografia de Jordi Cotrina / JORDI COTRINA

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

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Hace dos años fueron un muñeco en manos del Olympique de Lyon. Un equipo de niñas a merced de mujeres que funcionaban en un engranaje perfecto. Se sabían perdedoras de antemano, pero no imaginaban una distancia tan abismal. Más intensidad, más potencia, más físico. Sin aquella derrota, necesaria, no se entendería esta otra final.

El Ferenc Liszt, el aeropuerto internacional de Budapest, fue el testigo silencioso de una reunión que lo cambiaría todo. Lluís Cortés y sus capitanas llegaron a una única conclusión. Si querían repetir, y esta vez con opciones, solo había una fórmula: entrenar más y mejor. Sin perder su identidad, había margen para ser más intensas, más potentes, más físicas: mejores. Ahora son capaces de presionar mejor y por más tiempo, con el mismo buen trato del balón.  

Buenos fichajes

El club contribuyó con los fichajes de Hermoso y Hansen, pero el bloque ha madurado. Lieke Martens recogió el traje olvidado de The Best y fue determinante cuando debía serlo. Patri, Alexia y Aitana no se dejaron intimidar por el físico del PSG. Mapi León resistió las embestidas francesas y sacó el balón jugado, complementada como siempre por Pereira, que se perderá la final por una amarilla de más, pero ahí estuvo. Como Sandra Paños, que paró cuando hizo falta para que Goteborg les reciba el 16 de mayo.

No merecen que nadie les empañe su sueño. Si Joan Laporta quiere estar en Suecia, lo agradecerán. Y si no, porque ese día el Barça masculino recibirá el Celta en otro partido importante de liga, otro día será. Porque su ausencia no tiene ninguna incidencia, más allá del coste personal de imagen para su figura. Podría haber estado en el Johan Cruyff y en Mestalla, sin contacto con la burbuja del primer equipo. Dejó pasar la oportunidad y seguramente alguien le debería haber asesorado mejor. Si el Barça gana esta Champions, se convertirá en el primer club que gana el trofeo en categoría masculina y femenina. Algo histórico, esté presente o no el presidente del club.