Pros y contras
Indiferencia
Las cifras están manipuladas, el mensaje es falso, tan infame como el partido que lo firma: “Un mena 4.700 euros al mes. Tu abuela 426 euros de pensión al mes. Protege Madrid. Vota seguro, Vox”. El enorme cartel apareció en una estación de Madrid. A un lado, una anciana cabizbaja elegantemente vestida. Al otro, un joven de mirada huidiza y rostro semioculto. La serenidad y el caos. La Fiscalía ha abierto una investigación para determinar si el cartel constituye un delito de odio. El ministro José Luis Ábalos ha encontrado las palabras exactas para definirlo: “Son menores, da igual de donde vengan. Si en vez de poner menas, ponemos judíos, ¿lo entendemos más? Porque así fue el fascismo”.
Sí, así fue. Y la propaganda nazi. Una máquina de generar odio. Y algo peor. Porque más mayoritaria que el odio, fue la indiferencia. Esa que cerró oídos, ojos y bocas. La que calló ante la persecución. Sin la indiferencia, la maquinaria del exterminio hubiera fracasado. Vox ya está sentado en nuestras instituciones. Por muy extremos que sean sus mensajes, por muy inconcebibles que parezcan, ninguno puede quedar sin respuesta. Y sin la justa indignación.
Suscríbete para seguir leyendo
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El río subterráneo más largo de Europa está en España: nadie conoce su nacimiento ni su desembocadura
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- La Junta Electoral avala la candidatura de Puigdemont y rechaza la impugnación de Cs
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- La vida de Rosa Peral en prisión: ¿A cuántos años está condenada? ¿Cómo es su día a día? ¿Qué estrategia seguirá en adelante?
- El Barça vive una tragedia insoportable ante el PSG