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Atacan la sede de Podemos en Cartagena con cócteles molotov

Atacan la sede de Podemos en Cartagena con cócteles molotov / CAPTURA VIDEO PODEMOS

Emma Riverola

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Un nuevo ataque a la sede de Podemos en Cartagena. Esta vez no se han conformado con la rotura de cristales o las pintadas como «Al podemita dinamita», uno de los lemas preferidos de la ultraderecha contra UP, junto con «Contra el melenas, metralleta». Después de varios ataques a la misma sede durante los últimos meses, el viernes pasado arrojaron un cóctel molotov. Fuego contra las ideas. La ultraderecha se envalentona.

Mientras crece la crispación, también se aviva el debate sobre qué hacer con Vox. Tratarle como un apestado no parece el camino, su cosecha de votos no deja de crecer. Si se combate con argumentos, sus arengas se disuelven como azucarillos, pero no es el voto de la reflexión el que recogen. La ultraderecha crece con el hartazgo y con la falta de cultura política democrática. Deberíamos preguntarnos el porqué de tanta ignorancia. Josep Lluís Alay, director de la oficina de Carles Puigdemont, nos da una pista cuando tacha al PSC de extrema derecha por utilizar el castellano en el Parlament. Más argumentos y menos banalización insolvente e indigna. La necedad de la política circense solo alimenta las llamas de la ultraderecha.

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