ANÁLISIS

¿Hacia otro 'Que n'aprenguin'?

Laporta saluda en la tribuna del Camp Nou tras ser elegido presidente del Barça.

Laporta saluda en la tribuna del Camp Nou tras ser elegido presidente del Barça. / Jordi Cotrina

Antonio Bigatá

Antonio Bigatá

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Lo importante es que todos se pongan a hacer su trabajo sin cruzarse con los demás y teniendo claras las ideas. Que Laporta con una mano distribuya bien las tareas entre sus colaboradores y con la otra continúe poniendo inyecciones psicológicas positivas a los barcelonistas, tal como ha estado haciendo desde que empezó la campaña presidencial. Que Jaume Roures continúe diciendo, aunque con más credibilidad, que su aval lo ha puesto a título personal y no como Mediapro; sería un escándalo que los problemas económicos internos de un club los afrontase la empresa que administra los multimillonarios derechos televisivos de todos los demás y que, por cierto, ya está dando tanto que hablar por sus incumplimientos en Francia...

El apoyo a Koeman

Más gente que debe hacer su trabajo: el primero Koeman, continuando su acertada gestión de la descompensada plantilla que pusieron en sus manos y su eficaz política de utilización del talento joven. No conozco ningún culé que en estos momentos esté dispuesto a cambiar en bloque esa plantilla tan mal diseñada por la del Real Madrid o la del Atlético. Ni mirando al presente ni mirando al futuro.

Entre las mejores cosas que ha hecho Laporta después de ser elegido ha sido ratificar públicamente su confianza en Koeman. Urgía despejar todas las brumas preelectorales que se habían hecho --algunas abusivamente-- en torno a una futura y presuntamente necesaria dictadura deportiva de Xavi

Se trata de mantener con firmeza las ideas claras. Al Atlético de Madrid con la eliminación en la Champions se le ha congelado en seco la sonrisa que dedicaba a Suárez, aunque continúe siendo un buen jugador. En Barcelona, Suárez también servía todavía para la Liga, pero como estaba garantizado sólo para eso se le dio puerta tras haber dado señales del inicio de su declive en los partidos europeos.

Por otra parte esa táctica de 1-8-2 que necesitaba el uruguayo ya no era útil para contrarrestar el fútbol supercompetitivo de los grandes clubs internacionales de primera fila. Me refiero al 1, por el portero; el 8, por el trabajo a destajo en todo el campo; y el 2 por la exención de obligaciones concretas de desgaste a Messi... y él, gran amigo personal y enchufado del argentino.

Ahora Koeman además de intentar ganar la Liga y la Copa debe preparar con Laporta y la nueva dirección deportiva del club la plantilla del futuro. Será una cuestión peliaguda y necesitada de valentía

La autorregulación de esfuerzos de Messi la aceptamos todos por sus contraprestaciones; la de Suárez, no (por muy resolutivo que fuese en sus buenas rachas). El único problema que planteó su salida del Barça fue que Bartomeu incumplió su compromiso con Koeman de sustituirlo por alguien más barato, quizá menos goleador, pero mucho más presente en las tareas generales para imponerse a los rivales.

Ahora Koeman además de intentar ganar la Liga y la Copa con los hombres que tiene debe preparar con Laporta y la nueva dirección deportiva del club las entradas y salidas de jugadores de cara a la temporada que viene. Será una cuestión peliaguda y necesitada de valentía. Se sabe que el entrenador continúa considerando idóneas las incorporaciones de Eric García y Depay.

Una mirada realista

Y ha trascendido que el Kun Agüero podría ser económicamente accesible y que su fichaje podría contribuir a que Messi confirmase las buenas impresiones etéreas que existen y que continuase para ser el maestro que gradúe a las promesa barcelonistas que pueden llegar a ser grandes astros mundiales.

Para compensar números se deben tomar decisiones con Griezmann y Coutinho. Será doloroso para ambos. Son buenos futbolistas, pero no los idóneos para completar lo que construye el Barça

Sería más realista encarar esas cuatro operaciones que continuar soñando estérilmente con Haaland o Mbappé. En cualquier caso, para compensar números se deben tomar decisiones respecto a Griezmann y Coutinho. Eso será doloroso porque ambos son buenos futbolistas, aunque tal vez no los idóneos para completar lo que construye el Barça.

Coutinho además ya se ha convertido en un jugador olvidado por todos de cara al futuro. Tiene calidad pero poco gol. Jugaba bien pero los que salen al campo en su ausencia funcionan tan bien como él, y su salida ayudaría a traer lo necesario que no se tiene. Es lo mismo que ocurre con Griezmamn.

Si Laporta y Koeman aciertan con este sudoku podrían obtenerse grandes resultados a partir de la próxima temporada, ya con espectadores empujando desde la grada. Si todo sale bien podría volverse a oír el "Qué n'aprenguin", frase tan querida por el barcelonismo y tan odiada por los contrincantes, tanto los normales como los que son grandes y pérfidos enemigos.