Pros y contras

¿De veras?

Francia continúa prácticamente cerrada e Italia vuelve al confinamiento severo de los primeros días, mientras que aquí ya nos podemos mover por Catalunya

Una turista en el balcón de un hotel en la playa de Palma.

Una turista en el balcón de un hotel en la playa de Palma. / Efe / Atienza

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Francia continúa prácticamente cerrada e Italia vuelve al confinamiento severo de los primeros días. Sin salir de casa en la mayor parte del país y, como mínimo, hasta después de Pascua. Aquí, mientras tanto, ya nos podemos mover por Catalunya, con unas indicaciones como mínimo rocambolescas que, en resumen, nos vienen a decir: puede moverse, pero no lo haga; puede ir más allá, pero lo tendrá que justificar y también certificar que viaja con quienes vive, sin tener en cuenta una amplia casuística de los que no viven en casa, sino en el limbo de la no legalidad.

¿En qué casilla de autorresponsabilidad menciona que sales de la comarca para ir a ver el mar? Pienso en una de las reflexiones del libro que este miércoles citaba, de Salvador Macip: "Por muy bien que lo haga un país, si el de al lado no lo hace acabará pagando la incompetencia de los vecinos". ¿Quién actúa bien? ¿Ellos o nosotros? ¿Y los miles de turistas alemanes que aterrizarán en Mallorca en Semana Santa? ¿Seguirán las indicaciones restrictivas, tales como que en casa no podrá entrar nadie que no viva en ella? Ya sé que será un maná caído del cielo para los hoteleros, pero ¿de verdad que es lo que toca

Suscríbete para seguir leyendo