La nota

¿Sobrevivirá Cs?

Edmundo Bal, el nuevo candidato contra Ayuso, tendrá que afrontar el bombardeo del PP, el 'albertismo' y la derecha mediática

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en el Congreso.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en el Congreso. / EFE / Mariscal

Joan Tapia

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Inés Arrimadas se equivocó con la moción en Murcia contra el PP sin tener bien amarrados sus diputados. En Cs hay más arribismo del que creía. Pero el gran error fue disparar en Murcia sin prever que de inmediato Isabel Díaz Ayuso replicaría con elecciones anticipadas en Madrid. No por miedo, como ahora esgrime, a otra moción de censura, sino porque piafaba de impaciencia por ir a las urnas.

Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez, antiguo jefe de campaña de Aznar, estaban hartos de Cs y creían (siguen creyendo) que en unas nuevas elecciones tendrían mayoría absoluta y Ayuso sería la gran estrella de la derecha. La operación solo estaba aparcada a falta del aval de Pablo Casado que priorizaba la relación del PP con Cs. A Ayuso tampoco le preocupa no lograr la mayoría y tener que pactar con Vox. Como repite Aznar, hay que volver a unir todo lo que está a la derecha del socialismo.

Arrimadas está pagando muy caro el error. El PP está llamando al transfuguismo y relevantes dirigentes naranjas, como el valenciano Toni Cantó y el exsecretario de organización Fran Hervías, trabajan abiertamente en esa dirección. Hay un continuo goteo de abandonos. Por eso han perdido ya el grupo en el Senado (al quedarse con menos de cuatro senadores) y dos diputados del Congreso. En realidad, uno, pues Marta Martín ha entregado el acta y corre la lista. Pero toda la prensa conservadora de Madrid, en otro tiempo muy 'albertista', radia con fruición las deserciones y augura que Cs será barrido en las elecciones madrileñas al no lograr el 5% de los votos.

Si es así, Cs tendrá difícil sobrevivir porque las deserciones se multiplicarán: sálvese quien pueda. Ahora bien, ¿pueden esfumarse los 25 diputados de Cs a los que votó el 19,5% de madrileños? ¿Serán todos seducidos por Ayuso? Las encuestas dicen que no es seguro. La de 'El Mundo', nada alienado con Arrimadas y alguna otra -no así la de GAD-3- dicen que C´s está en el entorno del 5% y puede mantener 7 escaños.

Claro, si Cs se queda sin diputados en la Comunidad, Arrimadas habrá sucumbido a sus errores y al ataque coordinado del PP y del 'albertismo'. Pero Arrimadas es una superviviente. Junto a Edmundo Bal -el nuevo y muy potente candidato contra Ayuso- ha tenido un papel clave en el Congreso tras el desastre de Albert Rivera en las elecciones de noviembre del 2019, cuando Cs cayó de 57 a 10 diputados.

Hay más. Cs sufrió una debacle en las elecciones catalanas de febrero al pasar de 36 a 6 escaños. Y, sin embargo, en el sondeo del CIS de marzo, Cs es el único partido, aparte del PSOE, que tiene más intención de voto que en las últimas elecciones generales: 9,5% contra 6,8%.

Es más, a la pregunta sobre el presidente del Gobierno preferido, Arrimadas quedaba en febrero en tercera posición (8,4% contra el 9% de Pablo Casado) mientras que en marzo es la segunda, detrás de Pedro Sánchez, pero por delante de Casado que baja al 7,8% y es empatado, por primera vez, por Santiago Abascal.

¿Marcará la campaña de Madrid el fin de Arrimadas? Quizá, pero Cs tiene un nicho en la clase media de profesionales, comerciantes y empresarios que nunca votan socialista (no quieren más presión fiscal y no les gustan los sindicatos), pero tampoco se sienten cómodos en una derecha frentista y de vicios recurrentes. Y Arrimadas acaba de votar -contra esa derecha- la ley de la muerte digna.

Vale, vale, pero el ruido los próximos días de la derecha política y mediática será atronador. ¿Podrá el estruendo liquidar el nicho?

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