Apunte

Iglesias vuelve a dibujar el escenario

Pablo Iglesias

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Gemma Ubasart

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El anuncio de la decisión de Pablo Iglesias de dejar la vicepresidencia segunda y batallar en primera línea por el liderazgo de la Comunidad de Madrid sorprendió a clase política, analistas y ciudadanía. Nadie, ni los suyos, esperaba un cambio de guion de tal magnitud. Ciertamente, en los tiempos que corren, extraña que un político renuncie a su puesto distinguido en el Ejecutivo de la cuarta economía de la UE para ir a disputar la presidencia de una comunidad autónoma en la que tradicionalmente ha gobernado la derecha. Y es que seguramente una apuesta del tipo solo puede hacerla alguien con gran capacidad de análisis, altas dosis de valentía y que no sienta apego por la silla. O dicho de otra manera, que tenga muy claro que la política profesional no va a ser la actividad a la que va a dedicar toda la vida.

Existen ya efectos inmediatos de tal decisión. En primer lugar, la salida del líder morado encarece la tentación de los rasputines del PSOE de dinamitar el Gobierno alegando tensiones por su presencia. Eso es, desactiva los cantos de sirena que empujan a buscar fórmulas para liberarse de 'rojos y separatistas' (léase Podemos y ERC). En segundo lugar, deja en buena posición a Yolanda Díaz para liderar una futura candidatura a las elecciones generales posibilitando también el relanzamiento, a partir de su figura, de una recomposición del espacio de la izquierda transformadora. En tercer lugar, asegura la supervivencia de Podemos en el mapa político de la Comunidad de Madrid (el 5% de voto).

Existen incógnitas a resolver durante los próximos días/semanas. ¿Se conseguirá una mayor movilización del voto de izquierdas al 'nacionalizar' la disputa electoral?; ¿La presencia de Iglesias en los comicios tendrá efectos en la recomposición del espacio a la izquierda del PSOE (aunque Más Madrid haya declinado la opción de una candidatura unitaria)?; ¿Las fuerzas de progreso conseguirán un Gobierno libre de derecha extrema y extrema derecha? De momento, puede afirmarse que se encara distinto el 4 de mayo: Iglesias ha vuelto a dibujar el escenario, a modificar la estructura de oportunidad política.