Guerra entre Cs y PP

Idus de marzo en la derecha

Lo extraño no es que ahora Cs pacte con los socialistas, sino que en 2019 Albert Rivera impusiera que los únicos acuerdos nacionales, autonómicos y municipales eran con el PP sin tampoco repudiar los apoyos de Vox

This handout photo released by Comunidad de Madrid (Madrid regional government) on March 10  2021  the president Isabel Diaz Ayuso gives a press conference at the regional government headquarters in Madrid  - The rightwing leader of Madrid s regional government  Isabel Diaz Ayuso  called an early election on May 4 in Spain s wealthiest region In a surprise move  she said she had decided to end the coalition between her Popular Party (PP) and the smaller centre-right Ciudadanos that has governed the region since May 2019  (Photo by Handout   COMUNIDAD DE MADRID   AFP)

This handout photo released by Comunidad de Madrid (Madrid regional government) on March 10 2021 the president Isabel Diaz Ayuso gives a press conference at the regional government headquarters in Madrid - The rightwing leader of Madrid s regional government Isabel Diaz Ayuso called an early election on May 4 in Spain s wealthiest region In a surprise move she said she had decided to end the coalition between her Popular Party (PP) and the smaller centre-right Ciudadanos that has governed the region since May 2019 (Photo by Handout COMUNIDAD DE MADRID AFP) / AFP

Joaquim Coll

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Los idus de marzo ya han llegado, aunque es pronto para saber si se llevarán por delante a Inés Arrimadas, a Pablo Casado o tal vez a ambos. Lo que intenta la líder naranja con la doble moción de censura en Murcia (regional y local) contra el PP, en alianza con el PSOE y Podemos, es volver a situar a su formación en el centro capaz de gobernar también con la izquierda. Se trata de una jugada en tiempo de descuento, pero imprescindible para intentar salvar el futuro de Ciudadanos. Lo extraño no es que ahora pacte con los socialistas, sino que en 2019 Albert Rivera impusiera que los únicos acuerdos nacionales, autonómicos y municipales eran con el PP sin tampoco repudiar los apoyos de Vox para completar mayorías. El exdiputado Toni Roldán, figura prometedora que abandonó la formación naranja tras la deriva derechista de Rivera, escribió en Twitter a las pocas horas, “me alegra ver que quiere ser un partido útil para anclar España en el centro […], lo raro era que tras 25 años de gobiernos del PP en Murcia (más que Pujol!!) Cs no hubiera sido garantía de cambio antes” .

Si tras las catalanas se rumoreó sobre la fusión de ambos partidos, lo que ha estallado ahora es una guerra sin cuartel. No se resolverá a corto plazo, excepto que la formación naranja estalle por disidencias internas contra Arrimadas. Murcia aparte, la gran batalla va a librarse en Madrid, y todo depende de si el adelanto electoral convocado por Isabel Díaz Ayuso para purgar la “traición” de Cs sale adelante o sucumbe, como parece ser, ante las mociones de censura presentadas por la izquierda. El embrollo jurídico puede acabar en los tribunales. Entre tanto, quien se frota las manos es Pedro Sánchez porque logra atraerse a Arrimadas, lo que en el Congreso también va a notarse para disgusto de ERC. Y sobre todo porque inflige un severo castigo al PP de Casado, que va a perder mucho poder territorial, tanto en Murcia como posiblemente en la Comunidad de Madrid sin descartar un efecto dominó final sobre Castilla y León o en otros ayuntamientos. Los idus de marzo ya han llegado, pero todavía no han acabado.

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