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Buscar la alegría

Ilaix celebra su primer gol con el Barça.

Ilaix celebra su primer gol con el Barça. / AFP

Albert Guasch

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Conviene devolver la alegría al socio culé, ha proclamado en campaña uno de los candidatos a la presidencia del Barça. Koeman y sus jugadores llevaban un par de partidos anticipándose al feliz propósito. Sin embargo, la fiesta sevillana no es eterna. A Pamplona viajaron con unas chispas menos. Ni asomo de la exuberancia física y la vitalidad motivacional del otro día en el Camp Nou ante el testimonio directo de los tres aspirantes al palco. Lo mejor que puede decirse es que no hubo sorpresa amarga a los postres del partido como contra el Cádiz. Pero susto, alguno hubo. Hasta que apareció el obús de Ilaix, chico con flor.

Este domingo llega finalmente el muy necesario día de las elecciones. Se ha hecho esperar más que un partido completo de Griezmann. Para lo segundo, lo del francés, habrá que aguardar sentado. Obviamente, no sucedió en El Sadar en su regreso a la titularidad. Paciencia para el que aún crea. Con el resultado electoral, en cambio, se podrá empezar a enderezar una macro empresa en números muy rojos, deprimida en las oficinas, que ciertamente necesitará la alegría y el rigor del nuevo presidente. 

Hasta que, entrada la noche, no conozcamos al sucesor de Bartomeu -el villano contemporáneo-, las sonrisas vienen abonadas por otro buen resultado (octava victoria a domicilio consecutiva, se dice pronto) y, claro, por Ilaix Moriba, que se propulsa al estrellato de forma fulgurante, similar a como despegó Ansu Fati

Cada vez que entra en el campo ocurren cosas interesantes. Se le adivina un enorme potencial y desarbola con su aura refrescante. «Esto me lo llevaré a la tumba», dijo sobre su gol al acabar el partido con juvenil franqueza. El Barça se benefició de la conexión imperecedera entre Messi y Alba (el pase del argentino, por mil veces visto anteriormente, no puede dejar de ser comentado y admirado) y de la valentía de Koeman, que está plantando para el futuro. Más allá de si se gana o no algo esta temporada, al holandés se le tendrá que recordar por toda esta renovación. Conlleva un crecimiento sentimental de la afición por la plantilla. Y por ahí empieza la alegría.

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