Desgarrón social en la UE

 El 71% de los europeos señala que la falta de derechos sociales es actualmente un grave problema, mientras el FMI avisa que pueden perderse 15 millones de empleos en Europa a causa de las insuficientes ayudas gubernamentales    

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante el debate en la Eurocámara este miércoles.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante el debate en la Eurocámara este miércoles. / JOHANNA GERON / POOL

Eliseo Oliveras

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La crisis del coronavirus está causando un profundo desgarrón social en la Unión Europea (UE), que se suma a las heridas mal curadas de la crisis financiera y la política de austeridad. El desempleo, el empobrecimiento de millones de familias y el masivo recurso a la ayuda alimentaria para sobrevivir dibujan un panorama desolador. La agudización de la desigualdad social es la principal fuente de insatisfacción que socava la credibilidad de las instituciones democráticas y alimenta la extrema derecha, señala Piergiuseppe Fortunato, profesor de política económica de la Universidad de Neuchâtel.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido esta semana de que si los gobiernos no incrementan sus ayudas directas a las empresas, en especial a las pequeñas y medianas, se perderán 15 millones de empleos en Europa. Sin unas ayudas adicionales equivalentes al 2%-3% del producto interior bruto (PIB) pueden desaparecer unos 3 millones de empresas que eran solventes antes de la pandemia, precisa el FMI. España es uno de los países de la UE que menos ayudas directas ha aprobado para sostener la actividad económica y es el que sufre la recesión más grave y el mayor nivel de paro.

El 71% de los ciudadanos europeos considera que “la falta de derechos sociales es actualmente un grave problema en la UE”, revela el Eurobarómetro especial publicado esta semana por la Comisión Europea. El porcentaje de insatisfacción por la falta de derechos sociales llega al 89% en Chipre, al 87% en Portugal, al 86% en Italia y Croacia, al 85% en Grecia, al 84% en Bulgaria y al 81% en España. Incluso en países con un alto nivel de protección social, la mayoría de los ciudadanos considera que existe un grave problema en derechos sociales: el 54% en Suecia y el 52% en Alemania.

Igualdad y empleo

Las cuatro reclamaciones sociales más importantes de los ciudadanos son: igualdad de oportunidades y acceso al empleo, condiciones de trabajo justas, acceso a una sanidad de calidad y un adecuado nivel de vida. La cuestión que más preocupa en cada país refleja su principal carencia. Las condiciones de trabajo justas son la prioridad ciudadana en España, Eslovaquia, Suecia, Italia, Dinamarca, Austria y Luxemburgo. La igualad de oportunidades y el acceso al empleo son la prioridad en Francia, Alemania, Grecia, República Checa, Chipre, Holanda, Bélgica, Estonia y Eslovenia. El acceso a una sanidad de calidad es la prioridad en Portugal, mientras que el nivel de vida es la principal preocupación de Irlanda, Finlandia, Malta y la mayoría de los estados de Europa oriental.

Ante el creciente malestar social por la política de austeridad, los líderes de la UE se comprometieron en la cumbre de Gotemburgo en el 2017 a reforzar la política social a nivel nacional y europeo. Pero poco se ha avanzado, mientras se sigue retrocediendo. La pandemia ha aumentado la precariedad y la sobreexplotación laboral. Los proyectos de reforma de las pensiones en la UE, como los de Francia y España, recortarán los ingresos de los jubilados. La reforma del seguro de desempleo en trámite en Francia también recortará los ingresos de los parados.

Los líderes de la UE se vanaglorian de haber contenido en 1,5 millones el aumento de los parados durante la pandemia. Pero las cifras oficiales son engañosas, ya que no contabilizan los asalariados en suspensión de empleo, ni a los autónomos con la actividad suspendida, ni a quienes han dejado de buscar empleo debido a los confinamientos y la falta de expectativas.

Paro en España

Los datos del paro registrado en España de finales de febrero ilustran esta situación: a los 4 millones de desempleados hay que sumar los 900.000 asalariados en suspensión de empleo y el medio millón de autónomos con actividad suspendida. Las cifras se ven contenidasademás porque el número de personas inactivas aumentó en 303.000 en España durante el 2020. En otros países, como Francia, también ha crecido la población que deja de buscar empleo.

Las pinceladas que van apareciendo sobre el disparo de la ayuda social de emergencia retratan el nivel de pobreza. En Francia, 2,1 millones de personas tenían que recurrir a la ayuda alimentaria el pasado febrero, el 51% de los cuales no lo necesitaban antes de la pandemiay un 20% no pueden sobrevivir sin esa ayuda pese a tener empleo, según la organización Banques Alimentaires. La Cruz Roja ha indicado que en Catalunya las peticiones de ayuda alimentaria se han cuadruplicado en los últimos meses y que 416.000 personas dependían de su ayuda alimentaria a finales de febrero

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