Pactos tras el 14-F

Sudoku samurái ‘indepe’

Unilateralismo, indultos, mesa de negociación o 'comuns': las posiciones de ERC y JxCat son antagónicas, y por eso un pacto es (casi) imposible

Pere Aragonès conversa con Jéssica Albiach en el Parlament

Pere Aragonès conversa con Jéssica Albiach en el Parlament

Ernest Folch

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En política, la aritmética es condición necesaria, pero no suficiente: sin ideas que pueden sumarse no hay pacto posible. Si más de 15 días después del 14-F las negociaciones entre los independendistas apenas han avanzado, no es por razones personales como creen algunos ingenuos, sino por las divergencias insalvables sobre la hoja de ruta. Hace unos años, una actuación como la de ayer de la fiscalía contra la mesa del Parlament habría cohesionado al soberanismo, pero esta vez puede incluso ahondar sus graves diferencias. Pocas horas después de la querella de la fiscalía, Junts elevaba el tono aún más y pedía a Esquerra desmarcarse de una mesa de gobierno que creó con el PSOE, que ha defendido en campaña y que no abandonará por mucho que la presionen.

Junts apuesta abiertamente por el unilateralismo y “hacer efectivo” ya el 51%, mientras ERC habla de ampliar la base y huye escaldado del "tenim pressa”. ERC cree que nadie más tiene que ir a la prisión y defiende los indultos, mientras Junts, vía Waterloo, los menosprecia en favor de la amnistía y habla abiertamente de confrontación. Estamos, pues, ante dos estrategias antagónicas, que además acaban de ser refrendadas por las urnas. Desde las elecciones de 2017 ERC ha reculado por un largo y duro camino hacia la desradicalización: Junts, por el contrario, se ha reafirmado en su apuesta unilateral, pero curiosamente esto le ha valido perder el liderazgo del soberanismo.

Para llegar a un pacto tendrían que encontrar un punto medio hoy inexistente entre desobedecer o no desobedecer (el punto nuclear del desencuentro), con el enorme coste ante su parroquia que esto supondría. De fondo, la presión de la CUP y el intento imposible de ERC de incluir en un mismo gobierno 'comuns' y Junts impide resolver el Sudoku samurái ‘indepe’. Porque el 14-F, por mucho que se vaya repitiendo, no solo hubo un mandato independista. Hubo también un mandato muy rotundo de izquierdas (superior incluso en votos y escaños), que es hacia donde virará ERC si empiezan a acorralarle, como ya es tradición, los puros del ‘procés’.