Los pequeños avances

El año en el que el tiempo cambió de ritmo

Mientras los patrones del patriarcado se muestran refractarios a la transformación, el tiempo avanza y las mujeres también

BARCELONA 23 04 2020 Sociedad  Sant Jordi Coronavirus  En la foto sanitarias que trabajan en el Hotel Plaza en la Pca  Espanya  ahora hospitalizado  cogen libros y rosas en una parada creada para que el personal sanitario celebre Sant Jordi  FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 23 04 2020 Sociedad Sant Jordi Coronavirus En la foto sanitarias que trabajan en el Hotel Plaza en la Pca Espanya ahora hospitalizado cogen libros y rosas en una parada creada para que el personal sanitario celebre Sant Jordi FOTO de RICARD CUGAT

Núria Iceta

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Sé que una de las virtudes apreciadas en los futbolistas es su facilidad para cambiar de ritmo o dirección mientras corren tras el balón. No sé por qué he retenido este detalle, pero en este año en el que hemos tenido que cambiar de ritmo y de dirección lo he recordado a menudo. Ahora hace un año que se detectó el primer positivo por covid-19 en Catalunya, y pronto hará un año de la declaración del estado de alarma en toda España. Hoy ya son 556.705 las personas contagiadas en Catalunya, 20.657 personas muertas y, afortunadamente, 188.834 vacunadas. Vértigo.

Nos quejábamos de que todo el día corríamos, y que ni así nos alcanzaba. Y, de repente, el tiempo se detuvo. Un año en un "ahora caigo, ahora me levanto", surfeando las olas de la pandemia. De algunas cosas parece que haga una eternidad; otras, en cambio, las tenemos grabadas como si fuera ayer. Hace poco no era capaz de distinguir entre lo que había hecho el 23 de abril o el 23 de julio: dos 'santjordis' con el paso cambiado y los recuerdos mezclados del día más importante del año para mi gremio. La manifestación del 8 de marzo de 2020 la tengo todavía vivísima, ahora que estamos a las puertas de otro 8-M. Hace un año no pensábamos renunciar a manifestarnos, quizá inconscientemente. Y aún al día siguiente nos juntábamos en la plaza del Rei de Barcelona para reclamar el 2% del presupuesto para la cultura.

Mientras los patrones del patriarcado se muestran refractarios al cambio, el tiempo avanza y las mujeres también. Con dolor, pero cada vez más firmes, más juntas. Años de malos tratos, un año de investigación, un día de publicación y la gota que colma el vaso de los comportamientos abusivos hacia las mujeres provoca un tsunami que aparta al abusador, y de rebote también a una feminista al frente de una institución cultural. Podemos pensar que estamos donde estábamos, pero quiero creer que en el camino sinuoso hacia la madurez, somos un poco más conscientes de nuestros errores y contradicciones, de nuestras responsabilidades. Y que nunca perderemos de vista dónde está el débil en cada historia.