APUNTE

Fútbol para resignados

Messi acaba con las ilusiones del Elche (3-0)

Messi acaba con las ilusiones del Elche (3-0)

Albert Guasch

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El ágora barcelonista siempre ha tenido inclinación a construir hogueras a las que arrojar a los futbolistas que no colman las expectativas. Estos días, con los malos resultados, las listas han abundado y tras cada partido depresivo se ha añadido con vehemencia uno o dos nombres. Si se pudieran cotejar las que han ido escribiendo cada socio, seguro que habría coincidencias sobre cuatro o cinco jugadores a los que enviar al fuego eterno: Griezmann, por supuesto, Lenglet, Umtiti, Braithwaite, Coutinho incluso sin jugar… Como las pizzas, que cada uno incluya el nombre-ingrediente de su gusto.

Koeman realizó ayer cinco cambios respecto al once que dejó pálido al barcelonismo ante el Cádiz, y el espectáculo no mejoró. La realidad es que resulta muy fácil elegir a jugadores prescindibles. Quizá porque lo que se dice imprescindible ahora mismo, o él o infierno, solo lo es Messi. Sin el resto se puede sobrevivir, incluidos futbolistas tan extraordinarios como Ter Stegen, Pedri o De Jong. ¿Pero sin Messi

Todo cuesta demasiado juegue quien juegue. La superioridad aplastante que debería imponer la plantilla mejor pagada del mundo sobre el Elche, el tercer equipo por la cola de la Liga, no se manifestó hasta bien entrada la segunda parte y porque Messi quiso que fuera así. Trincao, al igual que Dembélé el otro día, demostró de nuevo que es capaz de prometer obras maestras pero al llegar al área es como si le entrara sudor en los ojos. A él y al francés se les nubla la mirada.

Es el Barça un equipo que juega en general a poca velocidad, más al pie que al espacio, con una presión alta descompensada y las ideas limitadas. Sí, hubo más ritmo en la segunda mitad. Es de imaginar que a Koeman se le hinchó la vena en el descanso. Pero no inspira mucha confianza, esa es la verdad. No es un bloque compacto, las posiciones no acaban de estar juntas, y cualquier extremo rival puede parecer en un momento determinado Mbappé. Ayer se ganó, la próxima vez ya se verá. Y así pasan los partidos. Resignación.