El retiro de Otero

Julia, las flores

Mientras la escuchaba anunciar su cáncer, recordé aquel otro momento vital en el que se atrevió a decir al mundo que se alejaba de los micrófonos por estar embarazada

Julia Otero

Julia Otero

Sílvia Cóppulo

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Puso su mejor voz, la del cariño y la bondad, se tragó una vez más las lágrimas, y apareció valiente y sincera. Ni yo me echo de menos, aseguró, en un juego divertido de palabras, apoyando a su equipo, que se ha hecho cargo de 'JELO', 'Julia en la Onda'

Control rutinario, hace seis días, células egoístas, cáncer. Entre quimio y quimio, vendré a la radio a dar la tabarra. Y Julia Otero compartió en primera persona con todos los oyentes el inicio de otra andadura difícil, la de luchar y ganar a la enfermedad. El miedo está, pero se le combate. 

Mientras la escuchaba hace apenas unas horas, recordé con nitidez vívida aquel otro momento vital en la que Julia se atrevió a decir al mundo que iba a alejarse unas semanas de los micrófonos porque estaba embarazada. Una maternidad en solitario. Hace 24 años era un atrevimiento, un dar la cara y saber defender, dando espacio a lo importante de nuestra vida. Sin edulcorantes, desde la honestidad, buscando el punto preciso donde se abraza la vida privada y el espacio que puede ser público, porque con el público, a lo largo de tantas horas de micrófono, edificamos la vida. 

Nació Candela y envié unas flores al hospital con una nota breve de amor y de apoyo para las dos. Durante años, Julia me las agradeció muy generosamente. Y me di cuenta de que los gestos más pequeños los hace grandes quien los recibe. Hoy la niña es ya una médica de quien su mami se siente orgullosa, cuando la ve vestirse como un guerrero para ir al hospital en tiempos de covid. Y hoy mismo pienso: Julia, las flores. En esta ocasión, deberán ser más ramos, variados, de flores de colores. Que cada vez sea una sorpresa feliz. Que te lleguen a casa y al hospital. Que las puedas mirar sin prisas, a tu tiempo, recuperándote. Que alegren tus ojos y te den paz. Necesitamos dar y recibir apoyo para vivir, y saber decir a las personas que queremos y admiramos, precisamente eso, que íntimamente ocupan un espacio privilegiado en nuestro interior. 

Julia, te queremos. Julia, las flores.