Elecciones en Catalunya

Lo que se juegan en Madrid

Del resultado del 14-F también dependen la mayoría parlamentaria que sustenta al Ejecutivo de Pedro Sánchez y el liderazgo de Pablo Casado en el PP

Sánchez a Casado: "Es tan moderado que Vox le da lecciones de responsabilidad"

Sánchez a Casado: "Es tan moderado que Vox le da lecciones de responsabilidad". En la foto, Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Pablo Casado, en sus intervenciones en el Congreso. /

Rosa Paz

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Además del futuro Gobierno de Catalunya y de si este será monobloque o transversal, el 14-F están en juego más cosas, algunas de ellas fuera del territorio catalán, pero también de gran trascendencia política: la mayoría parlamentaria que sustenta al Ejecutivo de Pedro Sánchez y el mismísimo liderazgo de Pablo Casado en el PP, por poner solo dos ejemplos. El presidente español necesita el respaldo de ERC para la gobernación y este depende a su vez del resultado electoral, sea cual sea, porque los derroteros por los que discurre el apoyo o no del partido de Junqueras/Aragonès al Gobierno de Sánchez son tan inescrutables como lo es ahora saber quién llegará primero el domingo. Así que, más allá de los deseos de que Salvador Illa y el PSC saquen un buen resultado, a la Moncloa le interesa que Esquerra salga mejor parada que JxCat y que se pueda desenvolver en el Ejecutivo catalán con el sosiego suficiente como para no tener la tentación de abandonar a Sánchez a su suerte. Más aún ahora que la brecha entre PSOE y Unidas Podemos en el Gobierno se ahonda y los ministros socialistas ya no ocultan su incomodidad con Pablo Iglesias.

Peor lo tiene, si cabe, Pablo Casado, que se juega su supervivencia como líder del PP, amenazado como está por el sorpasso de Vox, que se llevaría una parte del botín de Ciudadanos. Casado, al que le han coincidido con la campaña electoral el juicio por la caja b de su partido y las amenazas de Bárcenas de tirar de la manta, se salvó de ser desalojado de la presidencia popular en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019, porque logró recuperar el Ayuntamiento de Madrid y conservar la Comunidad gracias al apoyo de Ciudadanos y Vox. Pero un resultado pésimo el domingo en Catalunya, por más que quiera atribuírselo únicamente a la herencia de Mariano Rajoy, podría colocarle de nuevo en la picota. El sorpasso de Vox sería además una mala noticia para la democracia española, que vería reforzarse a la ultraderecha mientras la llamada derecha moderada pierde fuerza. Un serio aviso a navegantes.

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