1.275 apellidos votados

Toca ir a votar. Hace cuatro días recibí un sobre con el bloque de papeletas de todos los partidos que se presentan, incluso aquellos tan minoritarios que, en algún caso, tuve que husmear en sus páginas web para saber quiénes eran y cuáles son sus intenciones. Listas de todas las siglas posibles y de las que me entretuve a leer los 85 nombres y apellidos de los candidatos de cada formación. 1.275 en total. Llámenme masoquista, curioso o “persona a la que le sobra tiempo”, entenderé cualquiera de las tres nominaciones. Pero es que pensé: ya que la gran mayoría son personas anónimas al menos leámosles los apellidos. Empecé por la lista del PSC y descubro a la altura del candidato 51 un tal Errikarta G. Burton y entre paréntesis Richard Burton. ¡Cómo! ¿El actor británico siete veces nominado al premio Oscar, dos veces casado con Liz Taylor, de voz grave y penetrante, sigue vivo y va con los socialistas? ¡Ah! Que es otro, llamado Errikarta, Ricardo en euskera, y se hace llamar Richard Burton. Bueno. Superado el impacto, me leo los nombres de las demás listas en las que se entremezclan apellidos de todos los orígenes, salvo en el caso de Vox donde curiosamente no aparece ninguno de origen árabe y, sin embargo, hay un señor llamado Gonzalo de Oro-Pulido. Sin duda un brillante candidato que al menos no pasa desapercibido entre tanta turbiedad. Como no lo pasa de la misma formación una candidata llamada Barbarrusa. ¿No sería mejor que con este apellido tan soviético que la señora Barbarrusa se 'transfugara' al Partit Comunista dels Treballadors y el señor número 73 del Partido Comunista, apellidado Sandiumenge, ingresara en el grupo ultra conservador?

Ustedes dirán qué clase de artículo es este en un día como hoy. Déjenme que me excuse, y que nadie se enfade, pero es que ante tanta incertidumbre frente las urnas, en un contexto social y económico tan abominable, prefiero que sean otros quienes se pongan serios y nos dejen a los cómicos la posibilidad de tirar del humor. Aunque alguien dijo una vez, y con razón, que el humor también es una herramienta para hablar en serio. Felices y saludables elecciones a todos.