Bon dia, Leo, bon dia

«Si yo hubiese firmado ese contrato, Leo Messi daría las conferencias de prensa en silbo gomero». Miguel Ángel Ramírez, presidente de Las Palmas, me explicó ayer, mientras agradecía que Leo Messi siguiese en el Barça, cómo había convencido al popular, ¿díscolo?, bueno, digamos llamativo, fiestero, Jesé Rodríguez para que sea su fichaje bomba de invierno. Ramírez no solo defiende el contrato que el Barça le firmó a Messi (¿o fue Messi quien se lo firmó al Barça?), sino que asegura que una potencia mundial como el Barça «jamás tiene problemas para pagar».

Ramírez sabe lo que dice, le vendió a Pedri González al Barça por cinco millones de euros y, en tan solo unos meses, ya lleva cobrados 10 millones «gracias a todas las cláusulas que le pusimos a ese contrato, que, si se cumplen todas y todo pinta que así será, acabará significando para Las Palmas un pellizco de 30 millones de euros, lo que sería una gran operación para un club tan modesto».

Es decir, que Ramírez tonto no es. De ahí que entienda que el fútbol español debería hacerle un monumento a Messi y/o al Barça por haber renovado al argentino, convirtiendo el contrato de TV de la Liga española «en una mina de ingresos para los demás clubs españoles. Eso, desde luego, es gracias a que el Barça mantiene a Messi en nuestra Liga. ¡Si hasta Hacienda se lleva una cantidad muy considerable de ese acuerdo, para beneficio de todos los españoles!".

El entorno de Messi

Lo que no sabe Ramírez, o le importa poco contarlo, es que Messi no habla catalán (en público) y, posiblemente, tampoco aprendería el silbo gomero, ni en Canarias, ni en Las Palmas, ni en La Gomera. Nadie le ha oído decir "¡bon dia!". Es decir, que bajo esa regla de tres, el Barça (¿quién Carles Tusquets? ¿el duro Jan Laporta, que tanto maltrató a los futbolistas? ¿el moderno Víctor Font? ¿el 'almogàver' Toni Freixa?) podría denunciar a Leo por incumplimiento de contrato. Y mucho más, pues el documento de los 30 folios también prohíbe al futbolista hablar mal de la directiva y Messi se ha cansado de hacerlo.

Claro que Messi sospecha que el contrato lo ha filtrado el Barça y, en el club, están dolidos porque, dada la historia y los múltiples problemas que Leo ha tenido a lo largo de estos años (incluido su pleito con Hacienda y/o el burofax), lo primero que debería hacer el argentino es comprobar que no haya sido un abogado despedido, un asesor despechado o alguien con quien papá Messi se enfadó un día, quien ha ido con el cuento a ‘El Mundo’.

 Que todo puede ser, dicen en ‘can Barça’, hartos de que toda la mierda se deposite en sus oficinas.