La queja de un sector

El deporte catalán no puede más y dice basta

El tejido deportivo es resiliente, pero no aguantará el paro ilimitado de su actividad y la falta de atención por parte del Govern de la Generalitat

Imagen de un gimnasio del grupo Dir.

Imagen de un gimnasio del grupo Dir. / periodico

Òscar Ordeig

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Estos días asistimos a la enésima denuncia y advertencia del mundo deportivo en Catalunya con la campaña '¡Basta! ¡El deporte es seguro!'. Un nuevo aviso, con la recogida de miles de firmas, sobre la crítica y delicada situación que están sufriendo las federaciones, clubs, entidades y empresas deportivas de Catalunya y que están en riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

Después de 10 meses desde el inicio de la pandemia, las competiciones no profesionales (que son la mayoría de los practicantes) todavía no han podido recuperar ni una mínima parte de su actividad. Las federaciones catalanas se sienten discriminadas con respecto a las medidas sanitarias aplicadas en el resto de comunidades autónomas, donde la práctica deportiva se ha podido desarrollar con medidas de seguridad.

Lo mismo ocurre con gran parte de clubs deportivos catalanes. La mayoría, con dificultades para garantizar su viabilidad, tanto por la paralización indefinida de la competición como por la caída de la las cuotas o la falta de ayudas públicas, entre otros. Hay que recordar que Catalunya cuenta con más de 8.700 clubs deportivos y con 620.000 licencias deportivas (según datos del IDESCAT). Un potencial deportivo, social y cultural que no se valora suficiente y que se encuentra en riesgo de retroceder de manera irrecuperable. 

Por no citar los consejos deportivos y empresas del sector que también lamentan ser el chivo expiatorio del Govern de la Generalitat cada vez que el índice de rebrote aumenta. Según el Observatori de l’Esport, Catalunya concentra el 80% de la industria deportiva de todo el Estado, ocupando miles de puestos de trabajo.

Nadie discute la gravedad de la situación que vivimos y que se tengan que tomar medidas, pero sí que se haga esta discriminación y criminalización

Da la preocupante sensación de que hay un profundo desconocimiento de la realidad deportiva y que cada día que pasa nos alejamos más de aquel país que hacía piña y se mostraba al mundo a través del deporte. El tejido deportivo es resiliente, pero no aguantará el paro ilimitado de su actividad y la falta de atención por parte del Govern de la Generalitat. Sin actividad, ni ayudas para compensarlo, estamos abocados a la destrucción de una parte importante de las estructuras deportivas y una drástica disminución de la práctica de actividad física entre los catalanes y las catalanas.

En poco tiempo comprobaremos y lamentaremos la elevada factura que habrá pagado la sociedad catalana, y sobre todo a nuestros niños y niñas, por la paralización de la actividad física durante tanto tiempo. Si el deporte es salud, es educación, es integración y es economía ... ¿por qué se ha decidido cesar totalmente su actividad? ¿Por qué no se escucha a sus representantes? ¿Qué coste social y económico tendrá? ¿Por qué no se declara servicio esencial, tal como se había comprometido el Govern?

Asimismo, no se entiende cómo se paraliza totalmente la práctica de la actividad física aquí, mientras se permiten las actividades en muchos otros sectores, con medidas de seguridad. Nadie discute la gravedad de la situación que estamos viviendo y que se tengan que tomar medidas, pero sí que se haga esta discriminación y criminalización del sector deportivo.

Por todos estos motivos, reclamamos medidas urgentes de apoyo al sector deportivo y acordar un calendario y criterios de retorno de las competiciones. No podemos estar ni un día más con esta paralización total de la práctica deportiva. El resto de comunidades autónomas así lo han hecho. Hay diálogo, consenso y acciones urgentes para evitar perder el gran capital deportivo y social que ha construido Catalunya a lo largo de tantos y tantos años. Si no lo hacemos, el daño será irreparable. ¡Basta! ¡El deporte es seguro!