Elecciones catalanas

Por un 'sí' o por un 'no'

Tantos días hablando del aplazamiento de las elecciones y ahora resulta que ni el aplazamiento es realmente un aplazamiento, sino una suspensión

Salvador Illa y Pere Aragonès

Salvador Illa y Pere Aragonès / Quique Garcia / Efe

Núria Iceta

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Siempre he pensado que las elecciones se deben celebrar cada cuatro años. Y no porque no me parezca importante escuchar la voz de la ciudadanía cuantas más veces mejor, al contrario, sino porque el ciclo de cuatro años debería obligar más a los gobiernos y a los parlamentos a llegar a acuerdos sobre las grandes decisiones a tomar, las compartan siempre al 100% o no, sin perjuicio del desarrollo de las políticas concretas derivadas de los programas electorales. Escuchar a la ciudadanía no tiene que ver solo con celebrar elecciones, sino con medidas mucho más profundas para aumentar la participación no solo en las elecciones sino entre elecciones, a base de mecanismos de toma de decisiones mucho más colaborativos, activos y transparentes que los actuales. Después de tantos años, procastrinar sobre una ley electoral propia en Catalunya no obedece a nada más que al miedo a perder posiciones.

El ‘president’ Torra comparecía solemnemente hace casi un año para decir que convocaba elecciones. Bueno, no que convocaba, sino que convocaría. Era un anuncio del anuncio, que situaba el momento en la aprobación de los presupuestos. Pero eso no pasó.

La fatiga pandémica se ha visto superada por la fatiga de la política. ¿Es acaso más fácil de controlar la pandemia que los intereses partidistas y la falta de previsión? Leo que hay una nueva producción de ‘Per un sí o per un no’, de Nathalie Sarraute, en el Teatro Akadèmia de Barcelona. Recordadísima batalla dialéctica sobre las palabras y el tono en que se dicen para interpretarlas en un sentido o en otro. Batacazo final: tantos días hablando del aplazamiento de las elecciones y ahora resulta que ni el aplazamiento es realmente un aplazamiento, sino una suspensión. Supongo que el Gobierno quería decir aplazamiento porque parece mucho más inocuo e incluso responsable que suspender. Sin saber muy bien qué se ha hecho hasta ahora y sin saber qué hará a partir de ahora para hacerlas posible, el debate daba mucho más que por un sí o por un no.