El cambio que Catalunya merece

El pasado 7 de enero se publicó un artículo de Joan Tardà en el que este apostaba por un futuro Govern de la Generalidad de lo que él llamaba "Frente Amplio". Según su tesis, a la que se ha sumado recientemente el candidato de ERC a la presidencia, Pere Aragonès, este Gobierno debería estar formado por ERC, JxCat, PDeCAT, CUP y En Comú Podem.

Es evidente que las próximas elecciones del 14 de febrero son unas elecciones de cambio. Nos encontramos ante unos comicios donde la pregunta clave no es quién gana, sino qué Gobierno puede surgir de las urnas. Después de años duros y de arrastrar el conflicto, por fin se abre un nuevo escenario: se vuelve a ver la posibilidad de que haya una mayoría progresista alternativa al mal gobierno de JxCat y ERC. Así pues, ¿por qué ERC insiste en una fórmula de 'Gobierno Frankenstein' con las derechas de JxCat y PDECat, con quien no comparte ninguna propuesta de país y no tiene ninguna viabilidad?

Todo el mundo sabe que estamos en medio de una gran crisis sanitaria, económica y social, agravada por el arrastre del conflicto y la fragmentación políticos. En este contexto la ciudadanía nos exige diálogo y capacidad de acuerdos entre fuerzas diferentes para sacar adelante el país. Nosotros, desde En Comú Podem, siempre hemos apostado por el diálogo y los grandes acuerdos, y estamos convencidos de que la salida a las diferentes crisis que padecemos debe ser progresista. ¿Qué salida progresista le podemos dar a la crisis económica con un partido como el PDECat, que reniega de la redistribución de la riqueza? ¿Qué salida progresista le podemos dar a la crisis política con un partido como JxCat, al que le sobra la mitad del país y quiere "enterrar" la mesa de diálogo?

Qué políticas se pueden hacer siempre viene condicionado por con quién gobiernas. ERC debería saberlo bien después de gobernar tantos años con la derecha independentista. Nosotros somos una fuerza política que nació con una convicción firme: gobernar es la manera más directa de mejorar la vida de la gente. Pero no estamos en la política para gobernar a cualquier precio. Después del próximo 14 de febrero aspiramos a estar en el Gobierno para darle una salida progresista a la crisis económica, social y ecológica, y avanzar por la vía del diálogo y la negociación con el fin de rehacer el pacto entre Catalunya y España.

Es importante que En Comú Podem tengamos la máxima confianza y no nos conformemos con ser el socio pequeño de la ecuación

El proyecto de país con el que podemos superar esta crisis no vendrá de la mano de aquellos que apuestan por convertir Catalunya en un paraíso fiscal, o que siguen apostando por el modelo del "pelotazo" urbanístico, como es el caso del BCN World, el proyecto de casino más grande de Europa.

La salida de la crisis sanitaria no vendrá de la mano de los que recortaron nuestro sistema sanitario haciendo que 3 de cada 5 euros recortados de la sanidad catalana durante la anterior crisis salieran de la Atención Primaria, para dejarnos un sistema debilitado que depende demasiado de la buena voluntad de sus profesionales. Del mismo modo, la crisis territorial no se resolverá de la mano de aquellos que quieren gobernar dando la espalda a la mitad de los catalanes o que piensan que gestionar la educación o la sanidad son "pequeña política". Es de sentido común y el deseo de una creciente mayoría de catalanes y catalanas que debemos salir de este laberinto con un gran acuerdo democrático que fortalezca el autogobierno y garantice derechos.

Si la gente quiere las políticas y las soluciones de En Comú Podem, es importante que tengamos la máxima confianza y no nos conformemos con ser el socio pequeño de la ecuación. Esto va de correlación de fuerzas y lo sabemos por la experiencia del Gobierno central. No se trata de tensar a unos u otros hacia un lado, sino de quién marca ideológicamente las políticas del Gobierno.

En definitiva, hay dos opciones en estas próximas elecciones: o seguir igual con el desgobierno de JxCat y ERC, o un cambio que solo puede venir de la mano de un acuerdo amplio entre fuerzas progresistas. O un Gobierno en el que el paso venga marcado por JxCat y con el que Catalunya seguirá estancada, o un Gobierno en el que En Comú Podem seamos decisivos. Este Gobierno progresista no debe ceñirse a ninguna fórmula predeterminada, pero debe huir de vetos injustificados. En Comú Podem, ERC y PSC estamos condenados a entendernos para darle a Catalunya el cambio que merece.