Opinión | Editorial

El Periódico

Polémica decisión del Tribunal Supremo

El alto tribunal podría haber anulado el juicio del 'caso Bateragune' y dejarlo ahí, pero ha preferido que se vuelva a juzgar por los mismos hechos a unas personas que cumplieron condena

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi / periodico

La decisión del Tribunal Supremo de ordenar la repetición del juicio a Arnaldo Otegi y a otros cuatro dirigentes de la izquierda aberzale justo unos días después de que Bildu diera su apoyo a los Presupuestos Generales de Pedro Sánchez ha provocado una auténtica polvareda política. Aunque la derecha trata de utilizar esa repetición de la vista oral del 'caso Bateragune' para atacar una vez más al Gobierno por su política de alianzas, lo que realmente ha causado sorpresa es que se vuelva a juzgar por los mismos hechos a unas personas que cumplieron íntegramente la condena de seis años y medio a la que fueron sentenciados en 2011.

El Supremo no tenía muchas alternativas una vez que se vio obligado a anular el juicio anterior tras el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de que faltó imparcialidad en el tribunal que los juzgó. El alto tribunal podía haberlo dejado ahí, en la anulación, pero ha preferido que se repita alegando que anular no equivale a absolver.

El 'caso Bateragune' fue polémico desde el principio, porque se juzgó y condenó a Otegi y sus compañeros por intentar refundar Batasuna para reforzar a ETA cuando realmente lo que hacían en aquel momento era tratar de consolidar el fin del terrorismo. Esa intención no solo quedó clara entonces en asambleas que eran públicas, sino que ha quedado confirmada después por los hechos: el fin de ETA y la evolución política de la izquierda aberzale.