AL CONTRATAQUE

El PSC, en toque de queda

El partido se dedica solo a verlas venir para comprobar cuántos votos de Ciudadanos le tocarán en la lotería del 14-F

El líder del PSC, Miquel Iceta.

El líder del PSC, Miquel Iceta. / periodico

Xavier Sardà

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Se busca al PSC. Si alguien lo encuentra que por favor se ponga en contacto con nosotros. Lleva algún tiempo desaparecido del mapa y sin dar señales de vida política. Da igual que los del PSOE eliminen el castellano de la escuela pública o que la alcaldesa Marín tenga problemas… El PSC no responde a estímulos. Los independentistas se pelean para ver quién tiene el déficit más largo, y el PSC se queda al margen y sin hacer los deberes. Cuando, excepcionalmente, los socialistas preguntan algo en el Parlament y el Govern les da una respuesta impúdica, el PSC dice que gracias.

El PSC se dedica solo a verlas venir para comprobar cuántos votos de Ciudadanos le tocarán en la lotería del 14-F. Es como si estuvieran de turismo. Como si fuese mejor estar calladitos para no cagarla. Son la Penélope de la política catalana.

Los líderes del PSC son como los niños que en el recreo nunca juegan. Ensimismados.

Es cada día más difícil entender la ausencia del PSC del debate público en la política catalana. Las únicas apariciones de los últimos meses son las de Miquel Iceta para decir que si el independentismo supera el 50% tendrá más fuerza para negociar el referéndum. Lo curioso del caso es que el propio ‘vicepresident’ Aragonés ha dicho en un libro que “tenemos que ser el 70%-80%”.

De veraneo en la oposición

La explicación más generosa del silencio del PSC es que cuando se ha estado de veraneo en la oposición, es imposible saber qué decir cuando llega la campaña. Es como pretender competir en los 100 metros lisos habiendo dedicado todos los entrenamientos a sesiones de masaje. Es incomprensible ver al PSOE hacer suyas las ‘fake news’ nacionalistas como que los exámenes PISA demuestran que los alumnos catalanes tienen igual o mejor nivel de castellano que los del resto de comunidades autónomas. La realidad es que en Catalunya PISA se hace en catalán, y que no hay ninguna prueba representativa que demuestre el mantra nacionalista.

Un secreto: para poder ganar unas elecciones hay que querer ganarlas y no estar en toque de queda, amigos del PSC.

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