Pros y contras

La cueva de Costa

Después de reunirse con ultras independentistas, el vicepresidente del Parlament enmarca las críticas como una conspiración de ERC

El vicepresidente primer de la Mesa,  Josep Costa, durante el pleno del Parlament l 1 de juliol de 2020 (Horitzontal) Bernat Vilaro ACN

El vicepresidente primer de la Mesa, Josep Costa, durante el pleno del Parlament l 1 de juliol de 2020 (Horitzontal) Bernat Vilaro ACN / Bernat Vilaro

Emma Riverola

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Josep Costa (Junts) se ha propuesto regalarnos grandes momentos hasta las elecciones del 14 de febrero, día de San Valentín. También de Santa Alejandra de Egipto, una joven que se emparedó en una cueva dejando una pequeña abertura para recibir comida. Diez años sobrevivió. Su nombre no estampa campañas comerciales. Anacoretismo no casa con capitalismo. Pero regresando a Costa, después de reunirse con ultras independentistas, el hombre sigue defendiéndose. Enmarca las críticas en una conspiración de ERC. Tanta tirria le tienen, asegura, que su libro publicado este verano apenas ha tenido eco en los medios. Lamentarse a las puertas de Navidad no es mala estrategia comercial. Punto para San Valentín.

A la pregunta de Ricard Ustrell (TV-3) sobre la distinción entre la extrema derecha española o catalana, Costa asegura que los primeros mandan en España. ¿Mandan? ¿Los ultras? ¿En un país gobernado por PSOE y UP? Contra una España fascista y siniestra se apuntaló la propaganda del ‘procés’. El problema de construir un relato tan hiperbólico es que puedes acabar atrapado en él, en una cueva cegada. Sin sentido de la realidad, y menos de la honestidad.