LA MÚSICA DEL 2020

Dime qué escuchas

Compartimos lo que escuchamos para presentarnos al mundo

Unos auriculares ante un logo de Spotify

Unos auriculares ante un logo de Spotify / periodico

Miqui Otero

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Hace solo unos días, mucha gente se lanzó a compartir en sus redes sociales las canciones que más había escuchado durante el año. 

Era un resumen que enviaba a sus usuarios la plataforma de escucha Spotify y lo curioso es que tanta gente (y me incluyo) decidiese orearlo. Imagino compartir ese resumen de 2020 a través de análisis clínicos, desglose de sustancias en heces, tickets de compra, comida más ingerida o búsquedas en Google. No creo que nos lanzáramos a compartir si nuestra palabra más enunciada es “joder”, si la Pizza Tarradellas tiene podio en el medallero olímpico de nuestra alimentación o si hay trazas de webs pornográficas o de compras compulsivas en nuestra barra de búsqueda online.

Y, sin embargo, compartimos lo que escuchamos para presentarnos al mundo. Es algo que hacemos desde siempre, cuando pegábamos fotos de nuestras bandas favoritas en nuestra carpeta del instituto. La diferencia es que, entonces, ahí elegíamos qué poner y qué no: si, por una razón biográfica inconfesable, te emocionaba ‘More than a feeling’, no ibas a poner una foto de Boston (lo mismo para las baladas de Scorpions o piezas de Luis Cobos). Ahora, sin embargo, compartimos lo que nos entrega Spotify sin retocarlo y esto se puede deber a dos cosas: tenemos menos prejuicios que antes o, en la era de la capitalización de las emociones, hemos aprendido a solo emocionarnos con lo que queda bien que nos emocionemos. 

Entre mis amigos, a uno el algoritmo le dice que solo ha escuchado a Mozart. Para otro, que tiene un grupo de música, el grupo de música más escuchado es el suyo (por suerte es muy bueno). Yo puedo decir que he tenido un año eufórico, pero Spotify me dice que el género más he escuchado es folk lento (zapatillas de cuadros, bata de lana e infusiones) y la canción más reproducida es ‘Ella es demoledora’: aunque me chifla, se lleva el 1 porque en realidad es la favorita de mi hijo de tres años, cuyo primer sintagma bien pronunciado en toda su vida es “por las calles de esta puta ciudad”. Un verso que, el año que menos las pisamos, sería buena síntesis de lo que perdimos en 2020.

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