LA NOTA

Aragonès, Borràs e Iceta

Solo ERC, JxCat y el PSC tienen opciones de llegar primeros en las elecciones catalanas del 14-F

Urnas preparadas en un colegio electoral de Barcelona

Urnas preparadas en un colegio electoral de Barcelona / AP / EMILIO MORENATTI

Joan Tapia

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El próximo 14 de febrero se celebrarán –si la pandemia lo permite– las elecciones catalanas. Ya es hora, pues el actual Govern está paralizado por la fractura entre JxCat y ERC. 

Aunque todavía hay un alto 32% de indecisos, la encuesta de Gesop para EL PERIÓDICO de este lunes permite ver las grandes líneas de fuerza. La primera es que ahora los independentistas están más movilizados, lo que no es seguro que se mantenga cuando nos acerquemos al 14-F. 

La segunda es que tanto por estimación de voto como por intención directa (sin cocina) y la valoración de líderes, las elecciones serán cosa de tres. Por este orden: ERC, JxCat y PSC. Los otros partidos contarán pero tras los comicios, pues ninguna de estas tres fuerzas logrará mayoría absoluta.

Un valor sólido

El partido ganador en la encuesta es ERC, que con un 22% de estimación de voto podría obtener 35 o 36 escaños, cuando en el 2017 tuvo 32. La fuerza de ERC es que tiene una intención directa de voto muy alta, 19,3%, pese a que su política de negociación con el PSOE ha sido muy criticada en el universo independentista, y a tener la gestión de ‘conselleries’ conflictivas como Salut y Treball. Como punto débil, su candidato, Pere Aragonès, no es el más conocido, y en las preferencias a ‘president’ (14%) queda detrás de Miquel Iceta (15,9%) y de su competidora en el electorado independentista Laura Borràs (14,7%). ERC es hoy el partido ganador, pero el resultado está todavía abierto porque su estimación de voto es poco superior a la de JxCat e incluso a la del PSC. ERC es un valor sólido (como el PSOE en España, son partidos con éxito y anteriores a la Transición), pero Aragonès necesita consolidarse en una campaña que será rara por la ausencia de mítines y actos masivos. 

El segundo partido es JxCat con una estimación de voto del 19,4% y 30 o 31 diputados, hasta cuatro menos que los del 2017. A favor de JxCat juega el recuerdo de voto y la valoración de Laura Borràs, la más alta en el electorado independentista. En contra, que su intención directa de voto del 12,3% (el único pájaro en mano) está siete puntos por debajo de ERC, y que, aunque tiene una alta fidelidad, el PDECat –que según la encuesta no entraría en el Parlament al quedar por debajo del 3%– le arañaría ahora un 5,7% de sus votos. Este porcentaje podría subir si su candidata, Àngels Chacón, logra ser más conocida y entra bien en campaña. 

A costa de C's

El tercer partido es el PSC, que con un 18,9% de estimación de voto se queda solo a 0,5 puntos de JxCat y obtendría 27 o 29 diputados, unos 10 escaños más que los del 2017. El PSC logra una parte sustancial de los votantes de C’s del 2017 –que baja de 36 a 14 escaños– y que en parte deben ser antiguos electores socialistas. A favor del PSC juega que tiene una intención directa de voto (14,6%), superior a la de JxCat y que Miquel Iceta es el más conocido de todos los candidatos y sale también –por primera vez– como el candidato con más preferencias para ser ‘president’. Su problema es que solo puede crecer a costa de C’s, pues no muerde nada en el electorado independentista. 

Los partidos menores contarán de cara a las alianzas poselectorales, pues un nuevo pacto ERC-JxCat, ya nada fácil por los choques de los últimos años, necesitaría siempre el apoyo –complicado– de la CUP. Y un hipotético gobierno de izquierdas (de ERC más los comunes y el PSC), que según la encuesta es matemáticamente posible e incluso la opción preferida de los electores, parece hoy descartable pues tanto Pere Aragonès como Miquel Iceta lo rechazan con rotundidad.

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