IDEAS

El peliculón de Eurovisión

'Eurovision Song Context: The Story of Fire Saga' es un peliculón, le pese a quien le pese

Rachel McAdams y Will Ferrell, en un fotograma de 'Eurovision. La historia de Fire Saga'

Rachel McAdams y Will Ferrell, en un fotograma de 'Eurovision. La historia de Fire Saga' / periodico

Mónica Vázquez

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¿Qué constituye un “peliculón”? ¿Es cosa de pericia artística? ¿Tiene que ver con el prestigio de las personas involucradas en el proyecto o la grandeza del guion? Quizá sea el mensaje, la idea, la química irresistible de un carismático personaje o el vaivén narrativo de un montaje trepidante e inexorable. Sea como fuere, todos tenemos una idea general de lo que entendemos por un peliculón. Normalmente anclamos el concepto en la nostalgia de aquellas historias que nos enseñaron a vivir el cine, desarrollar un gusto narrativo concreto y cogerle el ritmo a la ficción.

Nuestro concepto de una buena película cambia con el tiempo, y puede descubrirnos algo de nosotros mismos que no sospechábamos. Aun habiendo sido una consumidora natural y prácticamente nativa del mundo de Eurovisión, nada me había preparado para la ensalada de emociones que la película de Netflix, ‘Eurovision Song Context: The Story of Fire Saga’, me iba a regalar. Co-protagonizada (y escrita) por Will Ferrell y una maravillosa Rachel McAdams, ‘Fire Saga’ nos cuenta la historia de un dueto musical que sueña con representar a su país (Islandia) en Eurovisión, la tierra prometida del entusiasmo musical. No son los mejores pero, por diversos motivos, son los que terminan cumpliendo el sueño que les ha mantenido toda la vida aferrados a un imposible, y muchas veces eso es exactamente lo que hace falta para triunfar.

La película está llena de pequeños y grandes guiños para los entusiastas del fenómeno ‘eurovisivo’. Desde caras conocidas hasta fórmulas de composición musical trilladas que han terminado formando parte de la experiencia artística de Eurovisión. Siendo un producto estadounidense, cabía imaginar una simplificación del fenómeno ‘eurovisivo’, una infantilización del festival. Sin embargo, Ferrell nos sorprende con una representación de la fiesta europea de las artes musicales como lo que es: un reflejo de lo que llevas contigo cuando entras por la puerta a la fiesta a la que estamos todos invitados, aunque te hayas olvidado de ella. Y por eso, para muchos ‘Fire Saga’ es un peliculón, le pese a quien le pese.