Análisis

¿BBVAS? No, no vamos bien

Si se concreta la absorción del Sabadell, el mercado bancario en España quedará reducido prácticamente a tres actores, y el primer perdedor será el conocimiento y el 'saber hacer' financiero en Catalunya

Sabadell Bbva

Sabadell Bbva / DAVID CASTRO

Guillem López Casasnovas

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El modelo de tener unos pocos bancos gigantes en cada país (Francia, Holanda, Reino Unido, Canadá...) sin competencia extranjera, sigue adelante con fuerza. El BBVA se vende sus negocios en EEUU a un banco de allá (¡América para los americanos!) y se concentra en España absorbiendo el Banc Sabadell. De concretarse sería otro fracaso en el desarrollo de un mercado bancario de alcance europeo. Ya en el 2014 se produjo la integración de la supervisión bancaria europea pero después de seis años el mercado sigue igual de ‘nacional’ como el primer día.

Las cuestiones a analizar en este tipo de casos siempre son las mismas: primero, saber cómo ha llegado el Sabadell a esta situación; la segunda, a quién beneficia y a quién perjudica la operación, y finalmente, si habría alguna otra alternativa mejor.

El Sabadell era un banco de nicho, enfocado en las empresas, y de un ámbito geográfico concreto, principalmente Catalunya. Hasta que se hizo un banco universal, comprando bancos de diferente medida, ubicación y especialización, de banca privada (Urquijo) y de banca minorista (Herrero, Asturias, Natwest, Atlántico), que fue integrando con aparente facilidad y éxito. O crecer o morir. Al llegar la crisis hizo el doble salto y adquirió el Guipuzcoano, la CAM, el negocio de Caixa Penedès y el Banco Gallego. Posiblemente demasiado, dada su capacidad limitada de ir aumentando el capital a medida que crecían los riesgos. La digestión ha sido lenta y pesada y el producto ha sido un banco con implantación muy desigual con una medida que no le acaba de permitir competir con los gigantes. Un pie a cada lado cuando la vía se hace grande. Para acabarlo de arreglar tuvo mala suerte con la aventura inglesa. No obstante, el Banc Sabadell sigue siendo un banco exitoso en el negocio de empresas, especialmente en Catalunya, donde no es nada ajeno al impulso empresarial del país.

Los grandes perdedores de esta operación su, como todas las operaciones de concentración, los clientes los trabajadores. El mercado bancario en Catalunya, y en España, quedará reducido prácticamente a tres actores, CaixaBankia, BBVASabadell y Santander, prácticamente un oligopolio. El primer perdedor de todo esto será el conocimiento y el 'saber hacer' financiero en Catalunya. Seguirá el perjuicio que puede sufrir el tejido empresarial catalán sin el apuntalamiento de un banco que lo conoce y que le es próximo y que será sustituido a la larga por un banco mucho más lejano y con unos productos mucho más estandarizados. 

Con la operación sale ganando el BBVA, y quizá el supervisor, que se quita un dolor de cabeza de encima. Amplía la cuota de mercado en Catalunya (donde ya compró muchas de las cajas que flaquearon hace unos años) y en otras zonas geográficas. Y todo esto lo hace a un precio bastante pequeño, vista la bajísima cotización de las acciones de Banc Sabadell. ¿Y los accionistas de Sabadell? Bien, no sabría decir si ganan o  pierden; es verdad que venderán a un mal precio pero al menos cortan la sangría (¡y mirando como acabó el Popular pueden pensar que salvan algún mueble!).

Y finalmente hay que plantearse la posibilidad de alternativas. Desde el punto de vista de los clientes bancarios en general sería quizá mejor una venta del Sabadell a un grupo bancario europeo y así no reducir la competencia, más bien lo contrario, introducir un jugador internacional capaz de aportar nuevas visiones y diferentes formas de hacer. Otra alternativa sería que Banc Sabadell venda partes del negocio, por ejemplo el minorista fuera de Catalunya y el banco inglés, aunque fuera reconociendo las pérdidas. De este modo tal vez reduciría los activos y así incrementaría la solvencia y la viabilidad del banco. Esta solución permitiría preservar dos de los grandes intangibles del Sabadell: por un lado su gente, su saber hacer y sus servicios centrales; y por otro, mantendría el apoyo a las empresas, no solo con financiación sino también con una serie de servicios, como por ejemplo su red de oficinas en el extranjero. Veremos.