DOS MIRADAS

Un solo amigo

Alemania baraja que los niños y jóvenes solo puedan relacionarse en sus horas libres con un único amigo fijo; ¿en qué mente cabe una medida tan insensible?

Los pediatras  piden que no se confine a los niños y se mantengan abiertos los colegios

Los pediatras piden que no se confine a los niños y se mantengan abiertos los colegios / EL PERIÓDICO

Emma Riverola

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Más pronto o más tarde, la pandemia será un recuerdo y tocará hacer balance de daños. Será fácil contabilizar las pérdidas materiales. No tanto las emocionales. Al dolor de la muerte y la enfermedad, cabrá añadir otros perjuicios más difusos, menos tangibles. Sombras que quedarán sobrevolando nuestra mente, nuestro ánimo. Quizá se despejen pronto. Quizá algunas permanezcan y conformen la forma de vernos y relacionarnos, de entendernos en el mundo.

¿Recuerdan aquel momento en el que se formaban parejas en la clase o se elegían compañeros para jugar en un equipo y siempre había quienes se quedaban descolgados? El impopular, el raro, el que aquel día se había peleado con su mejor amigo. ¿Pueden imaginar su congoja? El Gobierno alemán estudia nuevas medidas para el control de la infección. En un intento de reducir al mínimo los contactos, baraja que los niños y jóvenes solo puedan relacionarse en sus horas libres con un único amigo fijo. Uno solo. ¿En qué mente cabe una medida tan insensible, tan alejada de las dinámicas relacionales infantiles? La pandemia es terrible. Sin un mínimo de empatía, insoportable.