Magnas vacunaciones

Detecto una cantidad importante de gente que manifiesta con severidad y convicción que no piensa vacunarse. Hay militantes recalcitrantes que solo se han pinchado si era estrictamente obligatorio (y aun así) y que han optado por rechazar una práctica que consideran invasiva. Creen que basta con una vida sana y una alimentación adecuada para combatir las infecciones y los virus. Hay quienes no se vacunarán porque no se fían, porque todo va muy deprisa y porque no tienen claro que sea mejor el remedio que la enfermedad. Ya que es muy probable que la vacunación no sea obligatoria, nos encontraremos ante un dilema ético de primera magnitud.

Un solo vacunado no interfiere en la propagación del virus; se necesitan magnas vacunaciones para conseguir la inmunidad del grupo. Eso dicen. ¿Cómo convencer a los "anti" o a los agnósticos de las virtudes del antígeno? A estas alturas, debe existir un ejército de publicitarios que piensan el eslogan adecuado para incentivar a los descreídos. Muero por ver las campañas. Estaría bien, por ejemplo, que no hubiera imágenes terroríficas ni dibujos multicolores del virus. Y advierto: "V de vacuna; V de vida" ya tiene derechos de autor.